Capítulo 6

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6. Adiós mamá.

Abro los ojos con lentitud y parpadeó un par de veces para segundos después incorporarme sobre mi cama con brusquedad.

— Ey, tranquila, aquí estoy, aquí estoy.

Aún desorientada me remuevo sobre la cama y dirijo la mirada hacia el chico a mi lado. Mi pecho se oprime al ver esa mirada y dejo que un sollozo abandone mis labios.

— Sam — la voz me sale en un hilo.

Veo sus ojos cristalizarse y sujeta mi mano sobre la cama. Las lágrimas brotan de los ojos de ambos y sin más me acerco aora envolvernos en un fuerte abrazo. Levantó un poco la mirada y puedo ver recargado sobre el marco de la puerta al castaño rojizo que se encontraba conmigo, nuestras miradas chocan y yo soy la primera en romper el contacto al enterrar el rostro en el cuello de mi hermano.

Lloramos abiertamente sintiendo el dolor del otro e intentando controlarnos nos separamos con lentitud. Las manos de mi hermano van hacia mí rostro y una la mantiene sobre mi mejilla mientras la otra aparta con delicadeza algunos mechones de cabello que se me han pegado al rostro.

— D-debo ir a...

Asiento un par de veces antes de que continúe y lo veo levantarse de la cama para salir de la habitación. Siento las lágrimas continuar acumulándose en mis ojos y me llevo las manos temblorosas en un intento por secar mi rostro. Al bajar estas veo otras manos sujetarlas y dale ligeras caricias, levantó la mirada encontrándome con unos ojos verde avellana mirándome directamente.

— ¿Estás bien? — el chico suspira ruidosamente mientras se pasa una mano por el rostro — carajo, no, no estás bien. Dios, que estúpido, __________ yo...

Me acerco sobre la cama hacia el y pasando mis manos por sus costados me abrazo de su torso. Entierro el rostro en su pecho y siento sus manos envolverme por los hombros y pegarme más a su cuerpo. Ahogo un sollozo al morderme los labios y aferró mis manos al vuelo del chico.

— Tranquila, aquí estoy. Y no me iré a ningún lado.

— ¿Lo prometes?

— Lo prometo cariño.

Siento como deposita un casto beso en mi coronilla y sus manos suben y bajan por toda mi espalda en un gesto reconfortante.

[...]


¿Cómo te despides tan pronto de una persona con la que sólo llevabas un mes después de años de alejamiento? ¿Y como lo haces si esa persona es tu madre?

Ver a tanta gente reunida en la ceremonia fue consolador, pero también abrumador, saludar a gente que no conoces o que ni siquiera puedes reconocer ahora es tan triste y te hace sentir fuera de lugar. La únicas personas conocidas para mí eran mi hermano, Joe, sus padres y hermanos.

Nadie más.

Y eso me resultaba bastante triste, porque era como si nunca hubiese estado aquí, como si jamás hubiese conocido a la gente y ellos a mí. Porque la mayoría de las personas en el funeral estaban ahí por Sam o por que llegaron a conocer a mamá, ya nadie me recordaba a mi.

Veo a Sam cerrar la puerta detrás de él mientras cuelgo mi abrigo sobre el perchero, mi hermano camina hacia mi a paso tranquilo y se acerca para envolverme en un cálido abrazo que me resulta bastante reconfortante. Cierto los ojos mientras aferró mis manos a su abrigo y unos segundos después nos separamos, aquellos ojos similares a los de mi padre se posan sobre mi y me da una cálida sonrisa.

— Vamos a estar bien.

— Lo sé hermano.

Le doy un intento de sonrisa y vuelvo a abrazarlo.

Sintiendo como el dolor que ambos sentimos se mezcla para pesarnos más.

White Lies [Joe Mazzello Y Tú] COMPLETA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora