42. Nosotros.
Cuando era pequeña mis papás solían concentirme demasiado, papá me compraba todo lo que yo quería mientras que mamá me hacia mis bocadillos favoritos cuando tenía malos días.
Y Sam, éramos todo el uno para el otro, siempre me protegió de cualquier persona que se atreviera a molestarme, me ayudaba con mis tareas y cuando podía me llevaba a dónde él iba.
Entonces, un día mi mamá comenzó a enfermarse, mi papá trataba de ayudarla, pasaban tardes y noches enteras peleando mientras que Sam me llevaba a su habitación y ponía nuestras canciones favoritas al máximo volumen para que no los escuchará. Él cuidaba de ambos cuando nuestros padres no lo hacían, él me hacia levantarme todas las mañanas para ir a la escuela, me daba un desayuno, me subía al autobús y después se iba a pie a su escuela.
Y entonces, un buen día, nos encontrábamos de nuevo cenando en familia, mamá y papá ya no peleaban. Esa primera noche siendo una familia de nuevo, también se convirtió en la última cuando nos dijeron que iban a divorciarse. Una semana después mi papá y yo ya nos encontrábamos llendo hacia otro hogar, en Colombia, dijo que íbamos a empezar una nueva vida juntos, que iba a ser feliz y que todo iba a estar bien.
El problema fue que nada estuvo bien, y que yo, no fui feliz.
Abro los ojos con lentitud y me remuevo un poco sobre la cama mientras tallo un poco mi rostro contra la almohada bajo esta, pero al hacerlo puedo sentir humedad a lo que terminó por despertar e incorporarme un poco para llevar mi mirada hacia la almohada.
— Estuviste llorando.
Aquella voz me hace volver la mirada hacia un lado de la habitación a lo que me encuentro a Joe de pie sobre el marco de la puerta. Camina unos cuantos pasos hacia mi dirección deteniéndose en un costado de la cama, en la cual toma asiento.
— En un inicio creí que habías despertado, y cuando te llamé para que me miraras solo seguiste llorando.
Llevo mis manos a mi rostro y puedo comprobar sus palabras al sentir mis ojos y mejillas empapados. Así que me acomodo sobre la cama con cuidado y me seco el rostro con las mangas de mi abrigo, el cual, al parecer no me quité.
— Si, bueno, hace mucho que no me pasaba esto. — comienzo en un tono un tanto nervioso — ¿Como, como fue que termine en la cama?
— De hecho, tuve que cargarte y subirte por el ascensor, que por cierto, eres muy ligera. — aquello me hace sonreír y bajo la mirada hacia mis manos, las cuales descansan sobre mi regazo — Y tus cosas están en el pasillo.
Asiento ligeramente y le agradezco en voz baja.
— Estuve hablando unos minutos atrás con mi madre, ¿Ella ya lo sabía, verdad?
Levanto la mirada en dirección a él a lo que me encuentro, con su mirada avellana, esa misma mirada que me dió el día que todas mis mentiras y secretos fueron descubiertos.
— Sí, Joe, yo misma se lo dije antes de que tuviera que volver a Londres — susurro mientras observo como se contiene para no exaltarse — Tu ya no me querías en tu vida, y yo tampoco quería darte más problemas, así que no iba a decirte nada.
— ¡Y le ibas a quitar a un hijo la posibilidad de estar con su padre! — su voz me hace cerrar los ojos y llevarme las manos a los oídos para cubrirme estos y después bajar las manos.
— ¡No sabía que hacer! No sabía que hacer — en este punto siento una fuerte presión sobre el pecho y comienzo a jalar el aire con más fuerza y desesperación mientras siento las terribles ganas de llorar invadirme.— Mi hermano me estaba odiando, y cuando creí que te había perdido, fue cuando en realidad entendí que nunca te tuve. Y entonces decidí que iba a hacer esto sola, como siempre lo he hecho.
— Pero no estás sola, __________.
— No, porque Ben estuvo ahí. Él hizo todo lo que nadie más hubiera hecho, y me ayudó, me dió un techo y cama donde dormir, y lo hizo a cambio de nada. ¿Y dónde estabas ahí entonces? — las primeras lágrimas caen por mis mejillas y las limpio con brusquedad — ¿Porque me trajiste aquí? ¿Acaso querías verme así?
— Yo quería que estuvieras de nuevo conmigo. — admite en un susurro — Todos, todos querían verte con Ben y al final parecía que así iba a ser. Pero no yo, yo no quería que estuvieras con él, quería que estuvieras aquí. — su expresión se llena de dolor y yo me quedo en silencio — Y ahora parece que nos odiamos y que no queremos estar cerca uno del otro
— Así es, ¿No? — lo interrumpo — Todo esto, es solo mero capricho, Joe, nosotros...
Las palabras se quedan atoradas en garganta y lo siguiente que siento es una fuerte presión sobre mis labios, y el rostro de Joe tan cerca del mío que puedo observar detalladamente sus facciones. Nos mantenemos por casi un minuto así a lo que Joe termina separandose de mi y posando sus manos en mi rostro, sus ojos se mantienen sobre los míos mientras sus manos bajan de mi rostro hacia mi cuerpo y termina atrayendome a él en un fuerte abrazo.
— No te odio, y nunca lo voy a hacer — me susurra en el oído mientras lo siento depositar un beso en mi cien — ¿Sabes cómo lo sé? Porque te he amado desde que tengo memoria, y siento que puedo seguir haciéndolo por mucho más tiempo.
Cuando finalmente nos separamos puedo secarme el rostro y ver el de Joe nuevamente. El cual también se encontraba empapado en lágrimas, mismas que el seco con sus manos con torpeza.
— Quiero permanecer en tu vida y en la de mi hijo, solo si tú quieres que sea así. Y también quiero que me perdones por todo lo que te he hecho pasar sola.
Niego con lentitud mientras llevo mi mano hacia su rostro y le seco un pequeño camino de lágrima sobre su mejilla.
— Hijos.
El rostro de Joe cambia por completo y puedo ver la confusión hacerse presente en este.
Entonces, relamiendome los labios y apartando mi mano de su rostro, digo en un tono suave:
— Joe, estoy, estamos, esperando gemelos.
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Todo lo que diré es, ¿Acaso no lo viste venir?
Dejo este espacio para que me cuenten que opinan de este capítulo emocionante y lleno de detalles que seguiremos descubriendo.
Las tqm ❤️
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White Lies [Joe Mazzello Y Tú] COMPLETA ✔️
FanficSi creía que mi vida sería difícil cuando mis padres se divorciaron y mi padre de quedó con mi custodia para llevarme lejos de mi madre y mi hermano, no creería que sería aún más difícil, volver años después y encontrarme con mi amor desde la infanc...