L'ange De La Mort ©

Capítulo 20-Un morceau de lumière

Ava.

Encontré la luz en el hermoso mar,

Elijo ser feliz,

Tú y yo, 

Somos como diamantes en el cielo.

Mis labios se abren largando una gran carcajada ante lo que escucho, una de mis manos se posa en mi vientre cuando duele de tanto reír y mis ojos se llenan de lágrimas, sin dudas nunca me había tentado tanto en una tarde familiar. Mi hermana mayor simplemente se va negando uniéndose a Aiden y Alma que supuestamente ellos están jugando a la pelota pero la pequeña lo único que hace es pelear por tener la pelota en su regazo mientras que con su mano manda a Aiden de un lado a otro.

—Ustedes lo hacen parecer tan fácil.—dice girando su cabeza—Ella se ve tan feliz...

—Lo se—la corto apoyando mi mano en la suya—Esta es solo la parte feliz de tener un hijo, es desesperante, frustrado y parir es la mierda mas grande pero... cuando ves su carita por primera vez, escuchar su corazoncito, su primera palabra. Todo eso simplemente vale totalmente la pena.—mi ceño se frunce antes de decir:—Obviamente si deseas y quieres ser madre, si no lo haces también es valido Ly, yo decidi tener a Alma.

—Si, yo solo tengo miedo a veces pero el deseo está.

5 años antes.

El cielo azul marino minado de estrellas, la brisa cálida de verano y el a mi lado era todo lo que yo podría necesitar. Mi casa era todo un problema cada vez que Aiden aparecía pero eso realmente no era uno para mí, nuestra amistad había mutado demasiado rápido, tan rápido que enamorarme de él había sido demasiado fácil. El miedo de decirle era abrumador y la verdad no quería perder todo lo que habíamos logrado por un tonto enamoramiento, pero nada ayudaba, su tacto, los besos en mi mejilla o su simple mensaje de " buenos días" eran como una flecha cargada de amor directo a mi corazón.

—¿En qué piensas tanto?— murmuró girando su cuerpo de lado.

Gire mi cuerpo quedando como él, justo ahora estábamos en nuestro lugar sagrado, la colina, al salir de mi clase vi su hermosa figura esperando por mi para tener nuestras charla nocturna aquí. No habíamos traído nada más que una manta y algunos refrescos que con el pasar de las horas se habían terminado, y en algún momento terminamos acostados mirando las estrellas en sumo silencio.

—Nada importante.—respondo evasiva.

Mis ojos no dejaban de mirar esos dulces labios, la forma en la que cada vez que iba a hablar pasaba suavemente su lengua dejándolos brillantes, tantas veces había soñado con besarlo y que el, sin dudas, me correspondía pero esas cosa no pasaban así y sabía que él no quería nada conmigo ¿si no ya hubiera hecho algo verdad?. El nunca me había dado ninguna señal o...

Su dedo pulgar acarició suavemente mi labio inferior, mis orbes buscaron su mar verde perdiéndome en ellos, lo deseaba tanto que no podía apagar esa vocecita que decir " bésalo ya". Pero no podía...

—Muero por besarte.—susurró cerca, tan cerca, de mis labios

—Hazlo...—la sonrisa creció en mí y mi corazón sin duda había dejado de latir.

Su mano pasó de mis labios a mi nuca tirando de ella hasta dejarme a centímetros suyo, mis ojos subieron hasta los suyos viendo la aprobación absoluta en ellos. Y  lo sentí...