Capítulo 11- Première fois

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Ava.


Me pusiste la luna en las manos,

Te gané sin temblar de un asalto,

Nos rompimos el alma en pedazos,

Me reclaman los años si no estás aquí.


Mis dedos se deslizaron suavemente por la foto que reposa en los estantes de su casa. En esta estaba un antiguo yo de 19 años haciendo una pose rara, los brazos y una pierna al aire y mi cabeza miraba al cielo a mi lado una motocicleta negra, el jardín de mi casa estaba como fondo y mi sonrisa hablaba por sí sola. Pero había un detalle y era que en la foto él estaba a mi lado, apoyado sobre la moto y de brazos cruzados, sus ojos estaban pegados a mi, la fotografía había podido captar el amor, anhelo y el mismísimo brillo que mostraba todo el al verme.

Él, el malo, el que todos incluidos mis amigos odiaban por ser un maldito, él, el que siempre estaba en una pelea, el que no hacía el bien...nunca.

Él el que siempre estuvo para mí, él, el que siempre robó mis sonrisas, él, el que siempre hizo que mi corazón bombeara a mil por segundo, él, el que hizo que mi mundo diera un vuelco, él...el que siempre me amó.

Él fue mi único y gran amor.


5 años antes.


—¡Corre Ava! — grito a metros de llegar a la cima de la colina.

Mis piernas estaban exhaustas, mi respiración era un asco y sabía que iban a matarme por haberme escapado a mitad de la noche, pero ¿Qué más podía hacer sin él me lo había suplicado?

Mi corazón paró de latir al ver el hermoso lugar frente a mis ojos, la luna llena era nuestra única amiga, el viento volaba mi cabello, las luces de las calles y de algunas casas eran nuestro suelo... simplemente magnífico.

—Es una vista maravillosa, solía venir aquí cuando sentía que nada tenía sentido — sentí su presencia tras de mí, sus manos en mi cintura y su voz susurraba en mi oído.

—Es... hermoso Aiden, me encanta — mi risa salió de forma soñadora.

Él me mostraba esta parte tan sentimental, que nada de lo que la gente dijera tenía sentido para mí, creía y sentía que él solo era alguien incomprendido. Nadie trataba o intentaba entender porqué él era así pero eso no importaba porque yo sí lo entendía.

Gire sobre mi eje pegando mi frente a su pecho— Te quiero Aidan, realmente lo hago.

Era la primera vez que lo decía en voz alta y frente a él. Mentiría si dijera que no tenía miedo de lo que estas palabras podrían ocasionar. Sin embargo sabía que él sentía lo mismo.

—Ava... no sabes lo feliz que me hace saber lo que sientes— nuestros ojos conectaron—En toda mi vida nadie ha dicho esas palabras para mí, y creí... creí tan fuerte que nunca lo harían, o que nadie lo sentiría realmente pero yo... Desde que te vi supe que eras mi destino — mis ojos se llenaron de lágrimas al escucharlo hablar tan sentimental— Yo no te quiero Ava.... — mi cuerpo se tensó ante sus palabras— Te amo... un "te quiero" sería tan poco para todo lo que tú me haces sentir, sería tan poco para el revoltijo que generas solo con tu tacto o tu mirada que puedo asegurar que eres el amor de mi vida y te amo.

L'ange De La Mort ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora