Ava.
Tú tienes la culpa,
con solo una dosis de ti,
sabía que nunca seré la misma,
Nunca seré la misma.
4 años antes.
"Masculino entre los 20 y 25 años.", "Traumatismo penetrante", "hemorragia por un traumatismo abdominal", "Laceración", "Herida con un arma punzante".
—"Pierde mucha sangre, ¡muevanse!"
Mi cuerpo tiembla, suda y me siento muy cansada, unos grandes brazos me sostienen conteniendo de toda la mierda que estoy pasando. Trato de calmar el rápido palpitar de mi corazón y la presión de mi pecho ante la desesperación que siento. Mi garganta duele luego de gritar y siento mis ojos tan hinchados que no se como todavía están abiertos.
Veo a las personas con uniforme blanco correr de un lado al otro, veo a dos mujeres de azul frente a mi tratando de calmarme pero no escucho, mi cerebro no procesa nada y el único nombre al que respondo es al de "Aiden".
No woman, no cry de bob marley sonaba por los parlantes del televisor, quería -de alguna manera- empezar bien mi mañana ¿la razón? Hoy tengo una cirugía demasiado larga y no tenía cabeza para pensar en eso ya que lo de ayer me tiene caminando por las paredes.
No sabía cómo actuar luego de lo que pasó, era más que obvio que era un error pero...¿realmente lo era?
Porque a mi me había encantado.
Pero volviendo al tema, era algo delicado. Me había acostado con él, dándole esperanza de algo que no iba a suceder pero el deseo me pudo y se que está mal porque ahora sé que no puedo volver a verlo sin tirarme encima de él.
Demasiado difícil todo.
—¡Mamiiiiii! — despertó el pequeño monstruo.
Agitó el biberón mientras camino hasta la habitación. La pequeña rubia se encontraba sentada en el medio de la gigante cama con el chupete color blanco en su boca y frotándose los ojos suavemente. Solo vestía una remera corta lila y el pañal que solo usaba por la noche.
—Buenos días nena— beso su cabeza y le entregó el biberón — Dame — estiró la mano recibiendo el chupete y me siento en la cama— Creo que ya tendrías que dejarlo ¿verdad?
Su frente se arruga— No mami— su cuerpo se pega al mío quedando en mi regazo mientras sigue tomando su desayuno— Me gusta...
—Luego hablaremos de eso, ahora tenemos que cambiarnos para poder irnos— nos dirigimos al baño— Tengo que llevarte al jardín.
—no,no,no—niega, su ceño fruncido y su carita reside de repente me hacen darle un beso en la cabeza.
—¿Qué pasa nena?¿Estás triste?— le pregunto dulcemente.
—Si, estraño mucho a...— antes de que pueda decir algo le pongo el dedo en la boca.
—Sh, sh, sh, ¿que te dijo mamá sobre decir eso? — le digo seriamente para que entienda que realmente no puede decirlo a la ligera.
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L'ange De La Mort ©
Romantizm"Toda su vida habían vivido entre la maldad y el dolor de un mundo injusto, y eso fue hasta el momento que sus mentes tuvieron un poco de conciencia, desde ese momento fueron el pilar del otro, la fuerza y la valentía, el dolor y el amor, la humild...