L'ange De La Mort ©

Capitulo 7- Sœur

Ava.

Tu dolor,

 vive en cada esquina de mi alma

Y me ataca el no escuchar tu voz en las mañanas

Nadie entiende tanto como yo.

Eran cerca de la 1 a.m. y Alma había estado muy inquieta toda la noche, no se podía dormir y le dolía la panza un poco. Estos momentos me superaban un poco ya que a veces no sabía cómo actuar, me asustaba mucho y que ella llorará no ayudaba. Era médica pero era mi hija y eso me descolocaba porque no podía mantener la calma como con cualquier paciente.

Estaba caminando con Alma en brazos de acá para allá por toda el comedor mientras cantaba suavemente —Au clair de la Lune, mon ami Pierrot—pasaba mi mano por su espalda— Prête-moi ta plume, pour écrire un mot, ma chandelle est morte...Je n'ai plus de feu ouvre-moi ta porte...Pour l'amour de Dieu.

Ella se había dormido pero tenía miedo de acostarla y que se despertara. Seguí tarareando au clair de la lune que era una canción de cuna que me cantaba mi madre cuando no podía dormir, También era la canción que me cantaba Aiden en esas noches donde las pesadillas eran mas fuerte que todo a mi alrededor. Lo necesito tanto en estos momento que me es imposible no reproducir una, otra y otra ves esas palabras, sus palabras que me juraban amor eterno y un para siempre para nosotros.

Porque por mas de todo lo que ha pasado lo odio por no poder odiarlo, lo odio por aparecer y hacerme saber que jamas podre vivir sin el.

4 años antes.

Sus manos agarran mi cabeza de cada lado mientras siento las gotas de la ducha en la parte trasera de mi cabeza. Nuestros ojos se funden como si realmente pudiéramos hablar mediante miradas. El verde levemente irritado luego de haber llorado junto a mi, es como un puñal directo a mi corazón. Mis ojos se empañan ante todo lo que estamos viviendo en este momento y me molesta pensar que no podemos estar tranquilos.

—Te amo— Deja un casto beso en mis labios sin dejar de agarrarme la cara—Y me duele todo esto, me duele saber que sufres por mi y que es agotador siempre nadar contra la corriente. Pero no te dejaré ir, porque ser egoísta a un idiota por dejar ir a la mujer de mi vida, porque lo eres, eres el amor de mi vida, mi complemento, mi amor y mi locura — ni siquiera respiro ante sus palabras y es que todo lo que dice es lo mismo para mi— Sé que todo mejorará, que podremos ser felices juntos.

—Te amo mas que a nada Aiden, haría cualquier cosa para estar contigo siempre — suspiro ante sus caricias— Todo por estar contigo, mi amor.

El timbre sonó  sacándome de mis ausentes pensamientos y Alma soltó un quejido entre sueños—Shh shh... tranquila.

Caminé rápido hasta la puerta insultando por lo bajo a quién sea que ente tras esa puerta a esta hora. Miré por la ventana del costado de la puerta y pude distinguir una figura femenina. Abrí y vi a mi hermana hecha un desastre, tenía el maquillaje corrido a causa del llanto y vestía un pijama color negro.

—¿Qué...?— la miré extrañada— Pasa, pasa.

—Lo siento... yo... no sabia donde ir— dijo angustiada— ¿Que hace ella ahí? —señaló a la pequeña.