𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐝𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐞𝐫

𝑽𝒊𝒆𝒓𝒏𝒆𝒔, 30 𝒅𝒆 𝒐𝒄𝒕𝒖𝒃𝒓𝒆

Hoy he amanecido como cada treinta de octubre. Gilma asustándome. Cuando he bajado a desayunar me he encontrado a Logan hablando en la cocina con mi madre. ¿Que qué hace Logan a las ocho de la mañana en mi casa? A mí también me gustaría saberlo.

-Buenos días Charlotte. Ha venido Logan a desayunar con nosotros. Ha insistido en que hacía unas tortitas muy buenas en forma de calavera.

-Genial... Pues buenos días Logan. -Le fulmino con la mirada.

-Muy buenos días, Lotty.

El desayuno es preparado y nos sentamos todos en la mesa. Mi padre habla con mi hermano y su novia, y mi madre regaña a Gilma por echar tanto chocolate en las tortitas. Logan aprovecha la distracción para hablarme.

-Ayer te vi llegar a tu casa más tarde de lo normal, e ibas bastante guapa. ¿Venías de una cita?

- ¿Desde cuándo me espías?

-Desde que tú me espías a mí por la ventana de tu habitación.

-Vale, culpable. ¿Pero qué te importa de dónde venga?

-Tranquila, solo estaba comentando algo. Te tomas todo muy a pecho. -Se ríe y vuelve a su desayuno.

-Contigo no sé cómo tomarme las cosas.

-Tómalas con calma. - Me guiña un ojo y yo pongo los ojos en blanco. - Señor y señora Russel, me gustaría hablar con ustedes un momento. Sé que no dejan salir mucho a Charlotte, pero estaría encantado de que la dejasen acudir a mi fiesta esta noche.

- ¿Qué estás haciendo? -Le susurro entre dientes. Logan se ha empeñado en arruinarme la vida. Él me guiña un ojo.

-Verán, doy una pequeña fiesta de Halloween. Va a ser muy tranquila, estaremos unos cuantos amigos jugando a juegos de mesa y viendo películas de miedo, nada raro. Me encantaría que Lotty viniera. - Mis padres se miran mutuamente.

-Logan, Charlotte está ahora con tratamientos y no puede salir mucho, no puede moverse tanto y, mucho menos, ir a una fiesta.

-Les repito que no va a ser ninguna fiesta con el sentido de la palabra. Podemos llamarlo un encuentro de amigos, sí. Y en cuanto al desplazamiento no hay problema. Estaremos en mi casa y está a unos metros de ésta. Si Lotty se encuentra mal yo mismo la podré acompañar de vuelta.

-Cariño, no veo ningún problema. Tal vez a Charlotte le vendría bien salir de la rutina. - Mi padre habla a mi madre de tal forma que me permita ir.

-Te dejaré con una condición, que estés en casa a las nueve.

-Hablando de eso... Mis amigos pretendían quedarse a dormir, hay suficientes habitaciones para los pocos que estaremos.

-Puede quedarse, Logan.

- ¡Robert!

-Beatrice, nuestra hija necesita divertirse, no estará lejos, tranquila. Pero nada de fiestas.

- ¡Gracias, papá! - Me levanto a darle un abrazo a mi padre mientras escucho a mi madre susurrar que es una mala idea.

Terminamos de desayunar y acompaño a Logan a la puerta.

-No sabía que ibas a realizar un encuentro de amigos.

- ¿Un encuentro de amigos? No me puedo creer que te lo hayas tragado. Va a ser de todo menos un encuentro de amigos. Ponte el mejor disfraz que tengas, y de nada. Nos vemos a las cinco, preciosa. - Me despido y cierro la puerta.

-Oye, ¿de qué va ese tío? - Mi hermano aparece por detrás.

- ¿A qué te refieres?

-No sé, ha insistido mucho en que fueras a la fiesta, incluso ha convencido a mamá, ese chico tiene un don.