𝑴𝒊é𝒓𝒄𝒐𝒍𝒆𝒔, 9 𝒅𝒆 𝒅𝒊𝒄𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆

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Como si no fuera poco la ida de mi hermano, ahora también pierdo a Arthur. Me ha recogido al salir del instituto para disfrutar lo que nos queda de la tarde juntos. Aunque tenga a mis amigos, a mi tía o a Michael, nunca nadie me entenderá como Arthur. No llegamos a profundizar en lo de Leyna, pero no quiero hablar de ello el último día, tal vez debería hablar con Leyna.

-No entiendo por qué tenéis ahora tanta prisa en iros todos de mi vida.

-Pues vente conmigo a Inglaterra.

-No me des ideas, sabes que lo haría encantada. ¿A dónde vamos entonces?

- ¿Qué sugieres?

- ¿Te acuerdas que de pequeña decía que me encantaría ir a uno de esos pequeños parques de minigolf? Pues nunca llegué a ir a uno.

-Pues ya tenemos destino.


Mientras vamos en el coche al campo de minigolf más cercano, recibo una llamada de Logan.

- ¿Qué tal?

-Bien, ¿me ayudas?

- ¿Con qué?

-Los deberes de química, no entiendo nada. Podrías pasarte por mi casa y me explicas un poco.

- ¿Tenías que decírmelo ahora? Voy a pasar la tarde con Arthur, esta noche se va, Si quieres me paso antes de cenar.

-Me parece genial. Y te invito a cenar de paso.

-Pues nos vemos esta noche.

-Hecho. -Cuelga el teléfono y me dirijo a Arthur, que está con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Quién era?

-Logan.

- ¿Y te invita a cenar así porque sí?

-Eso ha surgido, tengo que ayudarlo con química.

- ¿Y cómo vas con Michael?

-Genial, es muy dulce conmigo, me cuida y me respeta. No sé qué más puedo pedir.

-Lo describes como si fuera una relación perfecta.

-Es que es una relación perfecta.

-A ver, no quiero que te enfades, pero no existen las relaciones perfectas. Por lo que tengo entendido, lleváis poco tiempo, no te hagas ilusiones.

- ¿Por qué el mundo se empeña tanto en juzgar mi relación con Michael? Estamos bien, eso no lo va a cambiar nadie.

-Está bien, pero acuérdate de mis palabras.

El tema de mi relación con Michael cada vez es más delicado. Desde el cumpleaños de Logan no me olvido de lo que me dijo. Sé que es mi primera relación y que tal vez esté cometiendo algún error, pero no va a ser siempre de rosa, soy consciente de que alguna vez tiene que salir una disputa. Lo que no entiendo ni acepto es que no quieran que seamos felices. Callaremos muchas bocas. 

Llegamos al minigolf y bajo del coche con los humos relajados.

- ¡Mira! No me puedo creer que de verdad existan esa especie de molinos. También hay allí una torre en forma de elefante.

-Lo vamos a pasar genial. -Dice Arthur mientras alquila unos palos de golf.


Llegan las seis y me toca despedirme de Arthur. De camino al aeropuerto he intentado no llorar. Hemos recogido de paso a mis amigos para que pudieran despedirse. Veo cómo va sacando las maletas del coche.

𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐝𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora