𝑫𝒐𝒎𝒊𝒏𝒈𝒐, 16 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒚𝒐

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Todos nos hemos levantado temprano para hacer nuestras maletas de vuelta a casa. Es una pena que nos tengamos que ir ya, por mí me quedaría a vivir aquí. Cojo mis maletas ya hechas y las llevo frente a la puerta. Vuelvo a ver la misteriosa puerta abierta y no consigo evitar las ganas de asomarme. Miro antes a un lado y a otro para asegurarme que nadie me ve. La puerta lleva a unas escaleras que van hacia abajo, parece un sótano. Puedo ver una luz desde el interior y unas voces, así que, sin pensarlo mucho, desciendo por las escaleras. Es exactamente un sótano, algo amplio, y veo cajas por todos lados. Pero me llama la atención especialmente una, una caja fuerte enorme. Arthur está frente a ella con el hombre que vi salir la otra vez.

- ¿Crees que estará segura mientras estoy fuera?

-No te preocupes, Arthur, estaremos las veinticuatro horas vigilándola. Si algo pasa, avisaremos al momento.

-Ejem. -Interrumpo la conversación entre estos dos y miro a Arthur con los brazos cruzados.

-Lotty... -Arthur se despide de este hombre y lo veo salir de la estancia. - ¿No podías mantener tu hocico curioso fuera de esta habitación?

-Es que parecía tan secreto que me intrigaba. ¿Qué es lo que hay ahí? -Señalo la caja fuerte.

-Te lo enseñaré, pero no digas nada a nadie, incluido Logan.

Asiento con la cabeza varias veces. Introduce un código, gira la rueda y después de meter la llave, se abre. Mis ojos se abren como platos al ver la ingente cantidad de dinero dentro. Observo con detenimiento y cierro y abro los ojos varias veces.

- ¿D-de dónde has sacado tanto dinero?

- ¿Ves las cajas a tu alrededor? -Arthur se acerca a una caja y voy tras él. La abre y busca algo entre la espuma de relleno. -De esto lo saco. -Saca a relucir un precioso collar, me cuesta no perder la cuenta de los diamantes que veo.

-Pero, ¿cómo tienes eso? ¿Todas las cajas llevan collares?

-Collares y todo tipo de joyería. Hay alguna que otra corona por ahí.

-Sigo sin entender cómo tienes tú eso. Un momento, ¿las has robado?

- ¡Ja, ja, ja! Una vez más, tu cabecita pensando en fantasías. Negocios, Lotty, negocios.

Lo miro con una ceja arqueada. No me creo que todas esas joyas las tenga por negocios, Dios sepa de qué. Intento no darle mucha importancia y hago un gesto con la mano para despedirme. Salgo de la habitación un poco en shock.


Después de preparar todas nuestras maletas, nos hemos reunido y hemos esperado a que vinieran los coches.

- ¿Cuál es el próximo destino? Yo diría de ir a Hawái. -Dice Daryl entre risas.

-Yo iré a donde sea mientras sea con vosotros. -Dice Alex animado.

Escuchamos el sonido de un claxon y nos levantamos para coger nuestro equipaje.

-Eh, Lotty –Arthur me lanza unas llaves. -Cierra cuando salgas, porfa.

Cojo mis maletas y me quedo plantada en la puerta, mirando a mi alrededor. Hace unos días este salón estaba lleno de gente, bailando y corriendo de un lado a otro, ahora está más limpio y reluciente que mi casa. Suelto un suspiro melancólico y me dispongo a salir y cerrar.

-Echaré de menos Miami.


Todos estábamos tan aburridos en el avión que hemos decidido liarla. Daryl y Dexter han tenido la grandiosa idea de ir hasta la cabina del piloto y convencerlos de que le pusieran la canción de feliz cumpleaños a Arthur. La gracia es que Arthur está durmiendo y seguro que le alegra que más de cien personas se pongan a cantar cumpleaños feliz mientras él duerme. Vemos a Daryl y a Dexter volver corriendo a sus asientos.

𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐝𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora