Leah Charlotte Weasley

He's Back

¡Feliz año nuevo!

Como que vengo medio tarde 🤙😔

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Una semana después del regreso de Leah tras su graduación, ella recibió una carta que Gred le llevaba en la que ella reconoció la letra de su tío Fred.

¡Buen día, cielo!

Llegué al caldero chorreante esta madrugada. Me puse una peluca café y un polvo que le robaste a tu tía Audrey para cubrirme las pecas, también me puse ropa algo muggle. Confío en que no me reconocieron.

Actualmente estoy quedándome ahí. Por la noche saldré y tomaré el autobús noctámbulo que me deje cerca. Después entraré por la chimenea... ¿La ventana de tu habitación está muy alta? ¿Habrá de casualidad un árbol alto frente a tu ventana? ¿Podrías dejarla abierta? Como sea. Veré como entrar sin que me noten.

¡Nos vemos esta noche!

Te quiere tu tío favorito... Espero seguir siéndolo.

Leah leía la carta con una amplia sonrisa en el rostro. Al escuchar pasos cerca de su habitación guardó la carta en un cofre que estaba bajo su cama y puso cara de que nada inusual estaba pasando. Y como sospechó, su padre entraba en la habitación con una enorme sonrisa.

-¡Llegó tu carta de la academia! - anunció encantado -. Y como soy un ser impaciente, la leí...

- ¡Papá!

Leah se apresuró en abrir la carta y su sonrisa regresó a su rostro al ver el sello en la hoja que anunciaba de donde venía la carta. Y su sonrisa se amplió aún más conforme la leía hasta donde estaba la simple palabra "Admitida".

- Ya sabía yo que quedarías en esa academia, tienes más experiencia y conocimiento con las criaturas que la mayoría de tus compañeros y tus maestros, puedo apostar.

Leah se puso a chillar y salió corriendo de la habitación, chocó con Ginny en el pasillo pero no se detuvo a disculparse. Solo gritó perdón y siguió corriendo hasta alcanzar a sus abuelos que estaban sentados en el sofá con su tío Percy por un lado y les mostró la carta.

- ¡Oh, Leah! - sonrió Molly comenzando a llorar de alegría -. Esto es tan bueno ¡Formarás parte de la primera generación de la Academia de Criaturas Mágicas!

Arthur leía la carta sin ocultar su orgullo. Percy leía con el ceño fruncido y luego miró a Leah.

- Supongo que has estado estudiando todo el verano - le dijo y Leah sintió que se desinflaba -. La academia es más pesada que Hogwarts. Es una institución que recién abre aquí en gran Bretaña. La población mágica tendrá expectativas que el personal y los alumnos deberán de cumplir si quieren tener más...

- ¡Tío Percy! - protestó Leah

Pero luego el rostro de Percy cambió a una amplia sonrisa y se levantó a abrazar a Leah. Entonces ella comprendió que su tío sólo estaba bromeando.

- Felicidades Weasley traviesa - le dijo -. Te regalaré café soluble para tus noches en vela haciendo tareas de la academia. Y lo seguiré haciendo mientras tengas calificaciones que superen lo decente.

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Más tarde Leah estaba esperando impacientemente a que Gred regresara tras enviarle una carta a Fred en la que le daba una manera de entrar a su habitación.

Leah había dejado su escoba apoyada contra un árbol cerca de la entrada a la madriguera, Fred sólo tenía que tomar la escoba y volar hasta la habitación que tenía una vela verde en el alfeizar de la ventana.

Unos segundos después Leah escuchó a su abuela anunciando la hora de la cena. Todos sus tíos y primos estaban ahí para celebrar que Leah había sido admitida en la academia. Ethan por fin se había decidido y se encontraba esperando su carta de admisión a la academia de Aurores, que debería de llegarle la semana que seguía.

La cena fue tan animada y bulliciosa como siempre, pero el sonido fue interrumpido cuando se escuchó un golpe escaleras arriba.

- Debe de ser Gred - dijo Leah -. Olvidé dejar la ventana abierta. Ahora vuelvo.

Subió rápidamente las escaleras y al entrar a su habitación vio a Gred parado en el alfeizar mirándola con reproche por la ventana cerrada.

- Perdona, necesitaba una excusa para dejar el comedor ¿Ya viene mi tío hacia acá?

- Llegué al mismo tiempo que el ave, cariño - dijo una voz y sobre la escoba de Leah estaba su tío Fred con una peluca café y sin pecas -. Sé que esto es horrible, pero necesitaba pasar desapercibido.

Leah abrió aún más la ventana para que su tío pudiera pasar con la escoba sin problemas. Unos minutos después frete a Leah se hallaba Fred ya sin la peluca y sin el maquillaje.

- Estoy nervioso - confesó -. La casa se ve tan grande por fuera, creo que le añadieron unos cinco pisos desde la última vez que estuve aquí - dijo mirando fuera de la ventana -. Tendrás que llevarme hasta las escaleras. Creo que me perderé si trato de llegar solo.

- Vamos - dijo Leah emocionada -. Ya se han de estar preguntando por qué tardo tanto.

Ella y Fred caminaron escaleras abajo y justo antes de llegar al comedor Leah se paró donde todos pudieran verla.

- ¡Buenas noches, Familia! - dijo llamando su atención -. Sé que esta espectacular cena es por mi admisión a la academia. Pero eso no es lo mejor de esta noche —anunció y pude ver rostros curiosos, incluso el de Ginny—... ¡Con ustedes, regresará la mejor de las sorpresas de toda su vida! ¡Denle la bienvenida al único, e inigualable, Fred Weasley!

Leah abrió la puerta con la varita y por la puerta del comedor entró Fred, estaba sonriendo nerviosamente y saludando tímidamente. Leah miró a sus tíos y comprendió el mortal silencio que los acompañaba. Bill tenía los ojos abiertos como platos; Fleur se cortó el dedo en lugar de la milanesa; su padre la miraba con una expresión de toral confusión y luego miraba a Fred de la misma manera; Percy tenía la boca abierta y parecía que había olvidado como cerrarla; Harry se había quedado con un pedazo de pan a medio camino hacia su boca; Ginny no se había percatado de que su pedazo de carne había caído de su tenedor y aún así ya se lo había metido a la boca; Ron tenía las mejillas infladas de comer pero ya no masticaba nada; Hermione estaba mirando a Fred sin darse cuenta de que quería cortar el plato con el cuchillo para untar; Angelina se estaba atragantado con la comida; George no tenía color en el rostro y miraba alternativamente a Fred y a Leah; Molly y Arthur abrían la boca y la volvían a cerrar varias veces. Finalmente Leah se acercó a Fred y lo tomó de la mano para acercarlo más a la mesa.

- Digan algo - pidió ignorando por completó la mirada interrogante de sus primos para concentrarse en los que al igual que ella, conocieron a Fred antes de la guerra. Sabía que ocurriría algo así, pero su silencio la preocupaba. Ethan estaba mirando a Fred y luego a George. Finalmente la miró a ella.

La primera en levantarse de su silla fue Molly que se acercó a Fred y le tocó el rostro, luego las manos y finalmente lo miró a los ojos.

- ¡Oh, Fred! - lo abrazó rompiendo a llorar. Esa fue la señal que necesitaba el rostro de la familia para levantarse y saludar a Fred.