Victoire Weasley

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Dos años después de la guerra. Segundo año desde la muerte de uno de los tíos favoritos de Leah: Fred.

- Leah, tendrás una nueva compañera de juegos - le dijo Charlie a su hija -. No vayas a regalarle ninguna pastilla vomitiva, por favor. No por Bill, sino por mi, seré yo quien te castigue, ya que Bill y George, como siempre, te van a defender

Leah sonrió ante la perspectiva de una compañera de juegos, ser la única nieta de Molly y Arthur Weasley, aunque tenga sus beneficios (como regalos, abrazos, besos y más regalos), también es un poco aburrido.

- ¿Quién? - preguntó entusiasmada

- ¡Tienes una prima! - exclamó Charlie

Leah se quedó por un momento que demonios era una prima. Su duda se reflejó en su rostro, ya que Charlie le explicó:

- Bill tiene una bebé - dijo mirando a Leah para ver su reacción

Leah inmediatamente salto del sillón.

- ¡Vamos con Bill!

Se movió por toda su casa en busca de una mochila para ir a casa de Bill, pero Charlie la detuvo.

- ¿Y quien te dió permiso? - Charlie miraba a Leah ceñudo pero riendo

- Bill - contestó ella mirando a su padre como si fuera tonto -. Él dijo que podía ir cuando quiera

- Ah, mira qué niña tan linda. Obedeces más a tus tíos que a tu padre - se quejó Charlie recordando con dolor a Fred. Él y Leah eran parecido en varios aspectos: uno de ellos es que utilizaban los permisos y las prohibiciones a su conveniencia

- ¡Vamos con Bill! - rogó Leah

- Claro, jefa - Charlie se movía por la casa con bastante tranquilidad, haciendo enfadar a Leah

- Apúrate, papi. Vamos a llegar mañana si no te mueves - exigió

- Tus deseos son mis órdenes - dijo distraídamente mientras empacaba sus cosas en una mochila para poner las cosas con las que Leah seguro jugaría en casa de Bill

Al cabo de un rato, Charlie y Leah aparecieron en la chimenea de Bill, donde toda la familia estaba reunida. Envuelta en una manta delgada había una niña bastante pequeña en opinión de Leah.

Lentamente se acercó a su tía Fleur. Se veía un poco exhausta pero muy feliz.

- Oh, Leah, qué bueno que llegas. Ella es tu nueva pgima. Tu tío Bill y yo decidimos llamagla Victoire. ¿No es hermosa? - decía Fleur sin parar. No hacía falta decir que estaba evidentemente maravillada

- ¿Ella estaba en tu panza? - preguntó Leah causando una carcajada general

- Si, Leah, ella estaba en mi panza - explicó Fleur riendo

Cuando Leah vio de cerca a la bebé, se imagino que sería pelirroja, como todo a lo que ella estaba acostumbrada, como ella. Pero para su sorpresa, la bebé no era nada pelirroja: era rubia, como Fleur. Leah aún podía sentirse única.

- ¡Tiene el pelo como el tuyo! - exclamó feliz

- Sí, lo siento, cagiño - se disculpó con Bill

Pero este no le prestaba atención, parecía ocupado mirando a Leah y a Victoire por turnos, como imaginando cómo se verían las dos haciendo travesuras. No hizo falta que Fleur le leyera la mente para saber lo que estaba pensando.

Leah Charlotte Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora