Leah Charlotte Weasley

Un Extraño Regalo de Navidad para Ethan

- ¡Feliz navidad! - rugió Leah antes de e que saliera el sol con el objetivo de despertar a su familia

- ¡Leah! - se quejó Charlie desde su habitación

- ¡Feliz Navidad, Leah! - gritaron los gemelos e Ethan desde su habitación

Leah salió con su pijama hacia el cuarto de su padre y saltó para aterrizar encima de él.

- ¡Oh, Merlin! - dijo Charlie con voz ahogada cuando Leah aterrizó sobre él -. Leah, pesas lo mismo que una dragón embarazada

- Gracias. Feliz navidad... Vamos abajo

- Ni siquiera ha salido el sol - le comentó

- No importa, vamos

- Cinco minutos más

- No. Vamos, por favor

- Bien - refunfuñó -. Ayúdame

Leah intento levantar a su padre, pero como no lo logró, se le ocurrió hacerlo rodar hasta que cayera de la cama. Y así lo hizo hasta que Charlie cayó.

- ¡Auch! ¿Por qué hiciste eso?

- Era la única forma de que te levantaras - se justificó Leah

- Niña mala. Increíble que aún te quiera tanto después de todas las veces que me has hecho esto - se lamentó Charlie en un tono demasiado dramático

- Pareces el tío Harry cuando relata sus aventuras - dijo Leah ceñuda

- Gracias

- Me estás entreteniendo. Vamos

No siquiera dejó que Charlie se pusiera pantuflas, le tomó la mano y casi lo arrastró escaleras abajo.

- Si me enfermo va a ser tu culpa - le advirtió Charlie -. Y tú pagarás los gastos médicos

- ¿Te das cuenta del drama que armas en cinco minutos? - le reprendió su hija

- ¿Disculpa?

- ¡Feliz Navidad, Ethan!¡Jack!¡Y Albus!

- Feliz navidad, Leah, señor Charlie

- Llámenme Charlie, aún soy joven

- Uuh, sí. Muy joven - susurró Leah

Éste la miró con el ceño fruncido pero después de unos segundos sonrió.

- Me gustaría verte cuando tengas mi edad, Leah

Leah abrió los ojos como platos.

- Bien, te he dado de qué pensar. Feliz navidad, cariño - Charlie se fue al sillon mas cercano casi dando saltitos

- Tu padre es más divertido que el mío - susurró Jack -. El mío solo nos pone a leer y nos da lecciones de vida. Es aburrido

- A veces papá es aburrido - susurró Leah. Luego vio a Ethan que no opinaba y volvió a regañarse por no haber recordado la situación de su mejor amigo -. Bueno... Eeeh ¡Vamos a abrir los regalos!

Los cuatro se lanzaron hacia el árbol buscando los regalos que tenían sus nombres.

- Maravilloso - murmuró Leah apartando una generosa cantidad de cajas que eran de ella

Todos sus tíos (hasta Ginny) le habían regalado algo: Ropa, dulces, zapatos, túnicas, libros, bandas elásticas para que se peinara (curiosamente, ese regalo era de Charlie).

Los gemelos recibieron casi lo mismo que Leah, pero en menor cantidad (pero había aún más dulces de los que ella recibió). Ethan... Él recibió una cantidad aceptable de regalos, de sus amigos y de algunos Weasleys (los que se fiaban de él). Pero al abrir una última caja, este retrocedió hasta chocar con Charlie.