Leah Charlotte Weasley

George por fin logra hacer dormir a Leah

Cuando la encontró, la vio jugando espadas con George con unas ramitas que habían cerca del estanque. Se notaba la poca fuerza que ponia George al golpear su rama contra la de Leah.

Charlie se quedó mirando como George jugaba con Leah para que ésta se cansara y durmiera. Los contempló un rato con una sonrisa. George parecía más cansado que Leah, sin duda él caería dormido antes que ella, pero se mostraba decidido a hacerla dormir.

- Leah... Quieres aprender a volar en una escoba? - le preguntó George

- Escoba? - preguntó Leah

- Caray, Charlie, no le has hablado de las escobas ni del Quidditch?, Con lo buen jugador que fuiste? - le preguntó George en cuanto se percató de su presencia

- A su edad?, es peligroso

- Ajá, el que la lleva con los dragones - atacó George

- No es lo mismo verlos de lejos que estar sentada en una escoba - dijo Charlie

- A la altura de tu pecho, no tiene probabilidad de lastimarse - dijo George

- Está bien, pero te voy a supervisar

- Accio Escoba - gritó George

La escoba que estaba guardada en el garage apareció y George la atrapó con la mano.

- Bien Leah, ven aquí

Leah camino hacia donde estaba su tío.

- Di "arriba"

- Awwiba - dijo Leah

- Veamos si funciona - dijo George -Awwiba - gritó George con la mano sobre la escoba. Charlie no pudo evitar reír con semejante idiotez por parte de su hermano. No pasó nada

- Leah, aRRiba

- Arriba - dijo Leah con demasiado esfuerzo. No le era fácil pronunciar la letra R y menos una doble

La escoba se elevó más de lo que debía y de no ser por Charlie que alcanzó a tomar a Leah antes de que la escoba la golpeara, habría ocurrido un desastre.

- Bien cariño, lo has logrado - la felicitó Charlie

George le dió una de sus mejores sonrisas a modo de disculpa.

- Lo siguiente - anuncio George -. Charlie ya préstamela, prometo no lastimarla

Charlie dudó, pero al final dejo que Leah caminara hasta George.

- Leah, súbete a la escoba, sujétate con fuerza en el palo - le ordenó George -. No te sueltes nunca, para nada - George la ayudó en eso

Cuando Leah se subió a la escoba (una vez que George la bajo a la altura adecuada para Leah). George la soltó de a poco hasta que llegara a la altura que le prometió a Charlie.

- Hasta ahí, Leah no subas más - Charlie puso un alto

George tomo la escoba con las manos para que se detuviera a esa altura.

- Cariño que tienes? - preguntó Charlie riendo

Tenía razones para reír. En cuanto Leah miró hacia abajo notó la altura en la que estaba. Talvez para Charlie o George no era bastante, pero para Leah sí lo era, así que tuvo una buena razón para terminar abrazando el palo de la escoba.

- Alto - respondió

- Awwww - exclamó George - Leah no está alto

- Alto - repitio

- Inclina la escoba hacia abajo - le dijo Charlie lentamente a Leah -, así - la ayudó un poco

Primero la convenció de que dejara de abrazar a la escoba para que la sujetara con las manos en vez de con los brazos.