Leah Charlotte Weasley

Halloween

- ¡Llevo semanas esperando este día! - exclamó Leah en el desayuno. Ethan la miraba sin entender nada -. Ethan, es halloween. Sabes cuántas bromas puedo hacer sin que se den cuenta - le explicó en un susurro

- Sabes cuántos puntos nos bajarían...

- ¿Qué parte de "sin que se den cuenta" no entendiste?

- Vale, sin que se den cuenta ¿Qué harás?

- Le pedí una "Caja Sorpresa" de artículos de broma a mi tío George. Repartiré bromas de manera aleatoria a quien me dé la gana ¿No es genial? Jack y Albus me ayudarán. Tu también ¿No?

- Cuenta conmigo - aceptó Ethan sin dudar

Ambos se fueron a la clase de Pociones entre saltos (sí, los saltos son la manera de avanzar favorita de Leah). Unos minutos después se les unieron los gemelos Kane.

- ¿Y por qué los saltos? - preguntaron mientras los alumnos los miraban extraño a cada salto que daban

- Porque sí. Es divertido - contestó Leah

Cuando llegaron a la clase de Pociones, Slughorn estaba ahí con la clase esperando a que se ocuparan los cuatro lugares que faltaban.

- Llegan tarde. Otra vez - los reprendió

- Bueno. Si lo ve de ese modo, sí. Pero la campana aún no ha sonado, por lo que realmente no hemos llegado tarde, solo fuimos los últimos - le explicó Leah

Todos sus compañeros, incluidos sus amigos, la miraron asombrados. Era sabido que Leah tenía la costumbre de dirigirse de ese modo al profesor Slughorn. Todos creyeron que Slughorn se había enfadado por tal atrevimiento y lo miraron para ver cómo se lo tomaba, pero para su asombro, este se esforzaba en no sonreír.

- Bien, señorita Weasley. No quiero hacerlo, pero admito que tienes la razón - reconoció Slughorn con evidente esfuerzo -. En efecto, la campana aún no ha sonado, de modo que no llegaron tarde. Siéntense y no interrumpan, menos que sea algo de la clase. Les haré una evaluación en equipo (con sus compañeros de mesa). Harán la pócima adormecedora, pueden comenzar

Los cuatro chicos se levantaron para tomar los ingredientes y los calderos.

- Esto es fácil - dijo Leah mientras abrían los estantes -. Hice está poción mil veces con mi tío George para dormir a papá y salir a jugar Quidditch con mis tíos, ya que nunca tenía permiso para jugar en escobas

- Genial, entonces la harás sola - sugirió Albus pero Leah le lanzó una mirada asesina -. Quise decir, te ayudamos a hacerla

- Así me gusta

- Claro - a partir de ese entonces, Albus le temía a Leah y se prometió a su mismo no volver a decir algo así

La clase fue bastante agradable. Fueron los primeros en terminar y Slughorn les regaló 50 puntos por su poción bien hecha. Al salir se dirigieron a su clase de encantamientos. Un desastre, Leah era terrible en encantamientos y le echó la culpa a Charlie quien también era malo en encantamientos.

- Es culpa de papá - masculló Leah cuando no pido lanzar Depulso -. Heredé su debilidad en encantamientos. Muchas gracias, papi

- Oh, Leah. No es tan malo. No es que no puedas hacer el encantamiento nunca. Solo es un poco difícil, mira a Peter - Ethan señaló a un chico de Ravenclaw -, el no puede ni lanzar el Winguardium Leviosa

- Y eso que está en Ravenclaw - murmuró Jack

Cuando la clase terminó. Fueron al Gran comedor. Leah lanzó una pequeña cantidad de pastillas vomitivas y las puso en los vasos con zumo de calabaza antes de que el comedor se llenara.