Club de las Eminencias de Slughorn

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- Leah Weasley - le llamo la atención Slughorn a Leah -. Es bastante, la espero en mi despacho a las seis de la tarde

- Claro, profesor

La clase terminó y Leah se dirigió sola hacia el Gran Comedor. Ethan, Albus y Jack no encontraban la manera de disculparse con ella. O mejor dicho, No encontraban la forma de que Leah los escuchara.

Leah almorzó sola y paso el resto de las clases sola hasta que terminó el día y a las seis de la tarde, se dirigió al despacho de Slughorn.

- Pase - se escuchó la voz del profesor cuando Leah tocó la puerta

- Buenas tardes, profesor

- Buenas tardes, Leah - saludó Slughorn dejando las formalidades -. Toma asiento, tengo que hablar contigo

«Claro que sí, lo para eso me llamo acá» pensó, Leah. Pero era mejor mantenerse callada. Tomó asiento y espero a que Slughorn hablara.

- Tengo que hablarte de tu comportamiento últimamente. Me he dado cuenta de que te has vuelto un poco más rebelde con respecto a las reglas ¿Qué dice tu padre al respecto?

- Me regaña. Pero no puedo evitar desobedecer cuando me prohíbe tantas cosas

- ¿Y qué dice tu madre?

- No se a cuál se refiera - murmuró Leah

- A la que tienes desde que naciste

- Oh, esa... No tengo - respondió simplemente bajando la vista

Slughorn la miró fijamente antes de continuar. Si no se equivocaba, Leah era su bisnieta, la hija de su nieta que desheredaron por tener un bebé con un Weasley, algo mal visto por los sobrinos de Slughorn que le transmitieron a sus hijos, pero claro, alguien tenía que rebelarse, y esa fue Phoebe.

- Bueno, Eeeh. Tus tíos o tías

- Algunos no se oponen. Otros son como mi papá. Mi tía me mandó un Howler hace unas semanas

- ¿Y tus amigos?

- No tengo - susurró

«Halloween» Slughorn entendió que Leah se había molestado con ellos y descargó su enojo en los explosivos que mandaron a muchos alumnos a la enfermería después del banquete.

- ¿Eso explica los explosivos de Halloween? - le preguntó Slughorn a Leah. Esta se puso pálida -. Me gustó tu habilidad. Eres buena para las trampas ¿Sabías que los aurores del ministerio valorarían ese talento tuyo? Para atrapar criminales necesitan tender trampas para capturarlos...

- Yo quiero trabajar con dragones junto a papá. O como rompemaldiciones con mi tío Bill - le dijo Leah -. Y si no puedo ninguno, pues trabajaré con mi tío George en su tienda de bromas, llevo toda la vida dándole ideas

- Oh, sí. Algo muy lindo, sin duda. Pero ser aurora es algo aún más respetado en el mundo mágico. Incluso podrías ser una jugadora profesional de Quidditch si no te gusta lo demás

- ¿Como Ginny? - Leah arrugó la nariz -. Muchas gracias por la sugerencia, pero paso

- Bien. Puedes retirarte... Pero antes te haré una propuesta: unirte a mi Club de las Eminencias

- ¿Un club de qué?

- De las Eminencias, querida. Solo magos talentosos y con un futuro prometedor están ahí ¿Sabes cuántos amigos podrías tener? Quiero decirte que muy pocos alumnos gozan de semejantes privilegios

- ¿Y qué ganó si voy? - Leah no parecía muy convencida con la propuesta, cosa que desilusionó un poco a Slughorn, pero no se daría por vencido

Leah Charlotte Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora