Leah Charlotte Weasley

Los Regalos y una Varita sin Remitente

Una montaña de regalos aparecieron en la sala cuando todos llegaron ahí.

Charlie sentó a Leah en el suelo a sus pies para que abriera sus regalos.

Charlie recibió un collar con un dragón en miniatura de Harry. Ron le regaló una chamarra de piel de Dragón para el invierno. Ginny le regaló un álbum de fotos en la que ya habían algunas fotos tomadas durante el verano. Fred y George le regalaron unos zapatos de piel de dragón con un encantamiento para que no se ensuciaran. Bill le regaló una docena de pantalones de piel de dragón.

- Awwww, que considerados - exclamó Charlie -. Pensaron en mi trabajo

Fleur le regaló unas camisas de seda bastante elegantes y algunas pociones para curar quemaduras y heridas. Arthur le regaló libros sobre dragones extintos. Molly le regaló pastelillos y un jersey con un dragón formando la letra C.

- Madre... No era necesario, el pastel y tú presencia era suficiente - dijo Charlie siendo abrazado por su madre

- Tonterías. Aún queda una sorpresa más... Pero primero continúa, falta tiempo para lo último

Charlie ya estaba emocionado por la sorpresa que faltaba. Abrió un último regaló que era de Hermione: un manual de mantenimiento para los dragones más peligrosos de Newt Scamander.

- Leah - exclamó Charlie con voz ahogada cuando vio el montón de regalos que Leah había abierto ya con la ayuda de Fred en donde había cinta

- Esto se llama varita - le explicaba Fred a su sobrina mientras reía. Leah insistía en que era un palito

- Palito - decía

- Como quieras, viene de uno de cualquier modo

- Le regalaron una varita? - preguntó Charlie frunciendo el entrecejo

- Oh, no, son varitas comestibles - le dijo Fred a Charlie -. Bill se las regaló.  Va tardar demasiado en comérselas dijo mirando los pequeños dientes frontales de Leah

- Mejor - se dijo Bill a si mismo -, así no va a extrañar el azúcar cuando regrese a Rumanía. Apuesto a que Charlie no le permite comer más dulces de los que le damos

- Se los doy por la mañana y en la tarde - se defendió Charlie - es muy difícil hacerla dormir en la noche, así que me abstengo de darle azúcar cuando termino de trabajar

- O tú te los comes - dijo Bill levantando su ceja

- Tonterías - exclamó Charlie sin darse cuenta de que sonó igual que se su madre. Todos los presentes rieron -. Qué?

- Te escuchaste igual a Mamá - dijeron Fred y George con la voz ahogada de risa

- Tonterías - tosió Bill riendo

- Hahahaha, que risa me da - refunfuñó Charlie, aunque no pudo reprimir una risita

Leah los ignoraba. Ella estaba demasiado ocupada abriendo sus regalos.

Harry le había regalado una caja de dulces y una pequeña túnica color negro con brillos rojos en los bordes. Ron le había regalado un libro para colorear con dibujos de dragones (todos los Weasley sabían de sobra que a Leah le encantaban los dragones). Ginny lo complementó regalándole una caja de colores y una caja con 50 ranas de chocolate.

Molly le regaló unos vestidos que combinaban con el color de su cabello. Fleur pareció no haber tenido límite con los regalos: bastantes vestidos como para contarlos, juguetes, chocolates varitas comestibles...

- Nunca habíamos vendido tantas varitas a una sola persona - comentó Fred a Charlie

- No es paga tanto - dijo Fleur restándole importancia