Leah Charlotte Weasley

Visita Inesperada de Ethan

En una parte estará la idea de RockItForMe

Laura se mantuvo vigilando a Leah. Aceptó que Charlie la alojara en su casa ya que al saber que el hombre era famoso en Inglaterra, podría consegir algunos favores si lograba seducirlo. Pero al enterarse que Charlie tenía una hija que era mas inteligente de lo que aparentaba, se mantuvo con la guardia en alto, para que Leah no estropeara sus planes.

- Buenos días. Papá aún duerme, no hagas mucho ruido - saludó Leah a la mañana siguiente

- Con todo respeto ¿Quién te crees tú para darme órdenes?

- Eres la huésped, deberías tratar de ser un poco más educada con tus anfitriones - le reprochó Leah seria -. Soy la hija del hombre al que quieres convencer de alguna manera a qué haga algo por tí

Laura se quedó helada. Al parecer Leah era más lista que lo que ella creía que era.

- ¿Y qué te hace pensar que quiero algo de Charlie? - inquirió

- Aquí no hace demasiado calor que digamos... Y creo que ya has visto tu tonta pijama para pasar una tarde cerca del desierto - observó Leah -. Dudo que esa sea tu pijama de todos los días... ¿Y qué es eso? Unos labios bien rojos estampados en en la pequeña blusa - señaló la ombliguera con tirantes de Laura -. Poco adecuando de usar aún sabiendo que hay una menor de edad aquí

- Es la única pijama que tengo - contestó Laura

- Pues allá veo unas enormes maletas - Leah señaló tres maletas en las que cabían dos baúles de Leah en cada una -. No creo que no haya cabido ninguna prenda más... Y eres bruja (literal), existe un encantamiento para expandir. Pero si no lo conoces, te lo enseño

- No necesito que una niñita me enseñe magia - repuso Laura -. ¿Qué sabrás tú qué no se yo?

- Yo lo plantearía como: ¿Qué tienes tú qué yo no? Lo tengo todo, querida - presumió Leah -. Si haces algo, la que se va, no soy yo

- Veo que no tienes madre

- No necesito a esa mujer - Leah le restó importancia con un ademán de la mano -. Tengo lo que buscas, pero no te lo daré. Ni te lo ofrecería siquiera...

Laura sacó su varita y la puso debajo de la barbilla de Leah, la miró desafiante y Leah le devolvió la mirada sin alterarse y con un dejo de diversión.

- Te lo advierto... Soy una bruja muy poderosa

- Felicidades, no me importa - Leah no dejó de mirarla -. Tienes que saber que tengo miles de maneras para deshacerme de tí...

- Tus tíos poderosos de Inglaterra no tienen poder aquí - le recordó -. ¿Tienes algo que no sepa?

- Un mago no revela sus secretos - repuso Leah

- Qué Muggle te escuchaste, sangre sucia - se burló Laura

- Hay cosas que deberías de aprender de ellos - recomendó Leah -... Y, mi madre y mi padre son sangre limpia. Soy todo menos sangre sucia

- ¿Y qué pretendes hacerme?

- No te lo diré ¿Acaso un criminal le cuenta los planes a las víctimas?

*****

Pasaron las semanas y Laura se veía decidida a conseguir lo que quería, aprovechó las vacaciones de Charlie para acercarse a él tanto como podía cuando ella salía de trabajar. Pero Leah aparecía para arruinarle el día, debido a que Charlie no veía a Leah en más de nueve meses, él trataba de pasar más tiempo con ella que con la huésped, lo cual le otorgaba una clara ventaja a Leah.