- Despierrrta - susurró Charlie en el oído de su hija -. Hora de levantarse
- No quiero ir a la escuela - refunfuñó Leah
- Prefiero ir a la escuela que ir a trabajar... - se dijo Charlie a si mismo. De repente recordó el día que le había dicho a Leah que aprovechara que aún podía descansar -. Oh, cariño. Ya has envejecido
- Papi - se quejó cuando Charlie se acostó encima de ella y se echó a reír -. No soy vieja, tú lo eres
- La abuela Leah - se carcajeó -. Ya quiero escuchar ese título. No, no es cierto, te harás una monja Muggle y no te casaras jamás
Leah le lanzó una mirada a su padre.
- Eres un viejo raro, papá
- Tambien te quiero
Charlie tomó a Leah en sus brazos y dió vueltas con ella haya que se quejó.
- Papá, voy a vomitar...
Charlie se detuvo, pero él también estaba tan mareado que cayó en la cama de Leah. Estuvo a punto de quedarse dormido cuando algo cayó encima de él: la lechuza de Leah se había parado justo en la nariz de Charlie.
- Dile a tu pájaro que no me haga popó encima, Leah. No tengo intenciones le limpiar, suficiente tuve contigo
Leah lo miró con la ceja alzada. Y la lechuza (Gred) lo miró con desaprobación, Charlie miró al animal y a su hija como si hubiesen planeado la escena.
- No fue mi culpa, fue la tuya
- Amiga, tenía que cambiarte el santo pañal cada cinco horas - le dijo Charlie en un susurro teatral
- Oh, vaya. No lo sabía. Me tocará quejarme de ti cuando seas una anciano y necesites que te cuide
- Gracias, cariño. Puedes agradecerme que te he cuidado todos estos años
- Gracias, papi - dijo Leah
- No es nada. Pero enserio, vas a perder el tren, creo que tus amigos ya están desayunando...
- ¡¿Y por qué no me dijiste eso desde el principio?!¡Yo aquí como tonta sin hacer nada útil!
- Muy bien dicho - observó Charlie con ironía
Leah corrió a toda velocidad hacia el armario y sacó la ropa muggle que se pondría. Entró al baño, se cambió y se cepillo el cabello lo mejor que pudo y cuando salió, Charlie estaba muy cómodo mirando al techo.
- ¿Y tú qué haces?
- Disfruto el resto de mis vacaciones, claro está
- Interesante. Bien, te espero abajo
- Claro
Leah bajo las escaleras casi corriendo.
- Cuando me entere que Rookwood es tu novio, Leah... Cuando yo me entere... - susurró Charlie para sí mismo
Él también bajo las escaleras solo para vigilar a su hija. La encontró charlando animadamente con sus amigos. Los cuatro llevaban puesto un Jersey Weasley.
- Buenos días, señor... Perdón, Charlie
- Buenos días, niños - saludó éste -. Llevaré sus baúles al coche
Charlie salió de la casa sin ganas de dejar a Leah. Bill estaba llegando a despedir a su sobrina.
- ¿Todo bien? - inquirió Bill viendo a su hermano mirar hacia la nada con la mirada perdida
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Leah Charlotte Weasley
FanfictionDurante años se suponía que Charlie Weasley no tenía hijos, o novia aunque sea. Pero hubo algo que hasta el mismo Charlie desconocía. Ocurrió durante una fiesta en la que él estaba con un amigo y dos chicas se sentaron junto a ellos mientras coquete...