Como dijo aquella mujer en el hospital.
Los cuatro jinetes caminaban por la tierra, una reina los mantuvo bajo control por un tiempo.
Pero la reina se apago y ahora.
Están libres, el rencor recorre sus venas y el hambre de venganza los consume...
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Ciudad de Nueva York...
Sesión número 10
-¿Hablaremos hoy de eso?- preguntó cansado, hoy no tengo ganas de que me joda como siempre.
-¿De qué quieres hablar ?-me responde Nora.
Nora es una mujer de unos 50 años, con canas en el cabello y un gusto horrendo en la elección de su ropa.
-Ve al grano Nora-
Ella anota en su libreta-¿La perdonaste?-
-¿A quien?- levantó una ceja- ¿a mi madre?
-Ya hablamos de tu madre, volveré a preguntar, ¿la perdonaste?- y vuelve a anotar.
-No tengo que hacerlo, está muerta.-muestro indiferencia.
Dile que no podemos más...
-¿Quién está muerta?- deja la libreta y me mira.
-Ella-
"No me hagas decir su nombre, me quema"
- ¿y la perdonaste?-
-Está muerta, fría. Se la comió algún lobo o gusanos.-Le sonrió.
"Su cuerpo, aun lo recuerdo... esa sangre"
-Si si,-me ignora y vuelve a su libreta-¿y la perdonaste?-
Me levanto, es una pérdida de tiempo esto- No se de que hablas, me estás hartando con tus idioteces- camino en dirección a la puerta.
"Dile idiota... nos estamos muriendo por dentro"
Pero al llegar al pomo, regreso sobre mis pasos -ELLA MURIÓ, NO ME HIZO NADA. SOLO MURIO Y...- Mi voz se oye por toda la habitación.
"Nos dejo..."
-Y te dejo solo- me interrumpe.
-Tengo mas mujeres, no estoy solo- rió irónicamente.
"No quieres otras mujeres, dilo"
-Pero no a ella- responde tranquila.
-Tengo más- desvió la mirada hacia ese cuadro azul que tiene sobre una de las paredes.
-Pero no son ella- dice desafiante- Mía murió, y te dejo solo. Y tu no la perdonas.-
No digo nada, me concentro en la pintura que me revuelve todo en el interior.
-Mírame Ramiel- me exige Nora.-Debes soltarlo-
-¿Qué?- obedezco.
-Habla- insiste.
-Murió Nora, ella murió. No tengo nada que perdonarle- estoy agotado.
-Mentiroso- insiste.
-Me dejo solo, falleció, y es una estupidez enojarme con los muertos -los ojos se me humedecen- ¿Debería odiarla?.
-¿La odias?- me mira con lástima.
-No puedo, quisiera, pero no lo logro- empiezo a sollozar- Me acuerdo de su sonrisa y sus ojos, y olvido que me dejó solo y murió. Ella se atrevió a irse Nora-Me agarro de la cabeza.
-No lo eligió, ¿lo sabes?-
- La extraño, joder. La extraño todo el tiempo- seco las gotas que salen de mis ojos.
-Siento que estoy en la cima del mundo, pero me quiero bajar- miro a Nora- A veces despierto por la mañana, pensando que va a salir del baño con una sonrisa y manchas de pasta dental en su cara. Pero después la realidad me golpea y me doy cuenta de que estoy solo.-
-Tienes a tus hermanos, ellos aun están contigo-
-Nos vemos solo para el aniversario de su muerte-mi móvil suena, el mensaje de siempre...
-Debo irme, la semana que viene nos vemos Nora-
La mujer me mira sonriendo-no es necesario-
-¿Por qué lo dices?-
-Creo que llegamos al fondo del problema, debes disculparte contigo mismo; por no perdonar que ella muriera. Se que la vida es una mierda a veces, pero ¿sabes qué es lo bueno?-
Niego.
-Que la tuviste aunque sea por poco tiempo, ella te enseño que podías ser amado. Que no eres inmune a nada de eso, y lo mas importante. Te dio la humanidad que las personas de tu niñez se encargaron en quitarte. Mia en solo meses, te hizo humano. Y te dio vida al mismo tiempo. -
Salgo de la consulta con un interrogante en mi cabeza, mientras busco en el móvil un vuelo. El aniversario es mañana y debo volver.
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