Sidney, Australia..
No se como llegue a este bar, me paso la mayoría de los días así. Bebiendo y matando a la persona que se cruce por mi camino. He perdido las ganas de luchar, los primeros meses fueron así. Los cuatro unidos, buscando al asesino de nuestra fresita, pero pronto nos separamos.
Ya no estaba ella, la que nos unía.
-¿Vamos?- la rubia me extiende la mano.
-¿Perdona?-
-Te ves solo cariño, no me malinterpretes- sonríe de lado -Y podríamos pasar una linda noche-
Dile que no quieres, que no puedes tocar a otra.
-¿Qué dices?- vuelve a insistir.
Me levanté tambaleante por la cantidad de alcohol que he ingerido, ni siquiera sé su nombre. Llegamos a mi apartamento y cuando quiero abrir la puerta, mis llaves caen al suelo.
-Te ayudo cariño- ella se agacha y las levanta.
-Gra...gracias- formuló las palabras.
Entramos y automaticamente se cuelga de mi, la levanto tomándola de los muslos y la acorralo contra la pared. Sus labios se mueven por mi cuello, lamiendo y dejando pequeños mordiscos.
Muerdo su labio, logrando que jadee. Entonces la miro y caigo en la realidad, no es ella.
Con cuidado la bajo y me aparto un poco, evitando sus ojos. -Tie... tienes que irte-
-¿Por qué?- la rubia se acerca y retrocedo, su toque me quema - ¿Hice algo malo?-
Niego con la cabeza -No eres tu... -silencio -No mereces que yo me acueste contigo pensando en alguien más-
-Pero... -
-Disculpa, no puedo.- voy a la puerta y la abro esperando que salga. Me estoy comportando como un maldito pero sería peor si me acostara con la muchacha.
Agacha la cabeza y se marcha.
Suspiro cansado y voy al mueble que tengo en un costado, tomo una botella de whisky y me siento en el sofá.
-5 malditos años- levanto la botella al cielo -Desde que me dejaste-
Me empino el líquido, que no demora en pasar por mi garganta quemando un poco. Continuó bebiendo hasta que queda poco.
Voy hasta el balcón, el cielo es hermoso. La luna brilla y está lleno de estrellas por todos lados.
Suspiro, y muerdo mi labio. Tengo un nudo en la garganta.
-¿Por qué te la llevaste?- mis ojos se empañan. -Me quedaron tantas cosas por decirle, tantas.-
Me siento sobre el barandal, tambaleó de nuevo. Es una mala idea, lo sé, pero... quizás, si muero. Podré volver a estar con ella.
*Flashback*
-Azaaa- Oigo los gritos de Mia.
Miro a todos lados, estoy en el bosque. -¿Donde estas?-
-No seee- llora -Creo que me perdí-
Ruedo los ojos, siempre es lo mismo. Cada vez que jugamos a las escondidas termino yendo a esconderme con ella porque se pierde y no quiere estar sola.
-Mia- cada vez siento sus sollozos mas cerca.
Viro mi cabeza a un costado y ahí esta, detrás de un árbol con las manos tapando su rostro. Me acerco y toco su cabeza.
-Aza- se levanta y me abraza -Me encontraste-
-Siempre- la rodeo con mis brazos -Siempre te voy a encontrar fresita-
*fin flashback*
Esa vez, esa sola vez... te encontré demasiado tarde. Te juro que corrí, busque por todos lados, pero... Las lagrimas comienzan a salir.
-Te extraño fresita- voy soltando el agarre que me mantiene, una estrella fugaz cruza por mi campo de visión y cierro los ojos. Ojala se cumpla...
Regreso adentro, miro las notificaciones del celular.
"aniversario"
No voy a mentir... en un momento pequeño, pensé en él largándose por el balcón. Pero después digo... ne
Jajaja
3/4
Se les quiere
Abrazo de koala
Nela<4
ESTÁS LEYENDO
Lazos de Sangre -Trilogía "Los Coleccionistas" #2 💎
Teen FictionComo dijo aquella mujer en el hospital. Los cuatro jinetes caminaban por la tierra, una reina los mantuvo bajo control por un tiempo. Pero la reina se apago y ahora. Están libres, el rencor recorre sus venas y el hambre de venganza los consume...