Como dijo aquella mujer en el hospital.
Los cuatro jinetes caminaban por la tierra, una reina los mantuvo bajo control por un tiempo.
Pero la reina se apago y ahora.
Están libres, el rencor recorre sus venas y el hambre de venganza los consume...
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Mia...
-Fresita, te extraño- escuche suspirar a Arak -joder te extraño tanto- trague duro, obligando a la comida a bajar por mi esófago.
-Se que no puedes hablar amor, lo se. Solo quería decirte que estamos aquí, iremos por ti.- era la voz de Aza.
-Mia, aguanta un poco mas- Ram tenia un tono algo rasposo, como si estuviera cansado. -Volveremos a ser una familia-
Me mantuve erguida mientras todos cenábamos, tenia los ojos de Asher en mi, siempre era así. Constantemente me tenia vigilada como una presa, esperando a atacar, esperando a poder tenerme cuando su padre no viera.
-Niña tonta- en ese momento solté el tenedor que tenia en mi mano, quedandome en blanco. Olvide que frente a mi había personas esperando a que mostrara algo que pusiera en evidencia que aun estaba con amnesia.
-¿Mia?- el toque en mi mano me trajo a la realidad, Asher la sostenía mientras sus ojos me examinaban. -Estas pálida-
-¿Amor?- Donovan se levanto de su asiento y vino a mi -¿Te sientes cansada? ¿Mareos? ¿Te duele algo?-
Negue. -Ire un momento al baño, enseguida regreso- le di una sonrisa a los tres, queriendo levantarme, pero el pelinegro afianzo su agarra.
-No vayas a lastimarte -
-Lo se- me zafe y casi corri al tocador, cerre detras de mi y abri el agua en el lavaba. Me sente en el suelo tratando de respirar.
-Niña tonta- otra vez su voz -tienes que respirar ¿si?, ¿lo prometes? Vas a mantenerte fuerte hasta que vaya por ti-
-Azk- susurre.
-Si amor, soy yo- volvió a hablar -te extraño mucho Mia-
Mi corazón se estrujo. -Dime algo, lo que sea- hable en voz baja -¿Cómo están?-
-Estamos bien- Aza me contesto -los niños están con Jerry, te extrañan y creo que nuestro hijo, esta celoso-
-¿Celoso?- sonreí con los ojos llenos de lagrimas.
-Si- esta vez era Arak -jura que tu eres de él, pero ya le hemos dicho mil veces que eres nuestra-
-No lo hagan llorar- negué divertida.
-Ese niño es muy posesivo- bufaron los cuatro.
-Igual a ustedes-
Tocaron la puerta y me asuste, por lo que me quede en silencio.
-¿Estas bien Mia?- era la voz de Conrad.
-Si, un momento.-
-Mia, abre la puerta para que pueda ver que estas bien- ese no podía ser otro que Asher. -Abre o tendré que hacerlo por mi cuenta-
