Como dijo aquella mujer en el hospital.
Los cuatro jinetes caminaban por la tierra, una reina los mantuvo bajo control por un tiempo.
Pero la reina se apago y ahora.
Están libres, el rencor recorre sus venas y el hambre de venganza los consume...
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Azazel...
Nos dimos un tiempo para superar la muerte de Jerry, solo dos días. Ya que seguiamos teniendo a Donovan encerrado y corriamos peligro de que alguien lo viniera a rescatar. Luego de dejar a Mia y los gemelos con Uriel, nos pusimos en marcha para ir a ver a nuestro padre y tener una larga conversación.
-Ella se ve mejor- Ram nos comento. -ahora no llora tanto-
-El tiempo hara lo suyo- le respondi -solo ha pasado una semana desde el funeral, creo que él bebé es lo que la mantiene fuerte-
-Doy gracias que asi sea- suspiro Arak -no se que hariamos si ella se rinde.-
-Mia es fuerte, no lo hara- hablo seguro Azk -nos tiene y a los niños. Ella es valiente y puede-
Claro que no habiamos olvidado el hecho de que nuestra inocente esposa matara a personas a sangre fria con una mirada totalmente enceguecida. Las actitudes que la rubia habia tenido esa noche lejos de asustarnos, nos sorprendio demasiado.
También estaba el tema del amigo de Azk, quien desaparecio en medio del caos. Aunque el pelinegro aseguirara de que no era un peligro, algo me decia que pronto causaria problemas pero en esos momentos, solo necesitabamos paz.
Para ella.
Para los pequeños.
Llegamos a la bodega custodiada por nuestro equipo de seguridad, el cual era basicamente. La seguiridad encargada del grupo "Los Coleccionistas"del que habiamos tomado posicion como jefes seis años atras.
-Jefes- Quentin, un tipo que tenia una cicatriz en su ojo nos recibio -estamos listos, como pidieron-
-¿Esta bien resguardado?-
-Claro y sus instrumentos los esperan limpios y ordenados para el trabajo-
-Gracias- Arak movio la mano para que abrieran las puertas, caminamos por el lugar hasta llegar a un pequeño cuarto donde habia una luz muy tenue. Dentro de él, Donovan nos esperaba atado a una silla con cadenas en sus piernas que cortaban la piel y una mordaza en su boca.
Azkeel se adelanto y le quito la tela para que hablara -¿Nos extrañaste papi?-
Él lo escupio en respuesta -jodete-
-Uy- se limpio la chaqueta de cuero que llevaba para despues quitarsela -que agresivo eres-
Arak y yo preparabamos las herramientas mientras Azk jugaba con él, quebrandole los dedos y volviendolos a su lugar, como si estuviera armando un juguete.
Ramiel, quien ya se habia colocado los guantes se acerco a nuestro padre, levantando su cabeza para que lo viera a los ojos -¿te acuerdas? te dije que ibas a desear no haber tocado jamas a Mia o a los gemelos-
-¿Sabes como me la folle?-
Esa sola pregunta nos hizo detenernos en lo que haciamos.
El rubio le solto un puñetazo que hizo que la silla cayera al suelo con fuerza causando un ruido grande.
