Como dijo aquella mujer en el hospital.
Los cuatro jinetes caminaban por la tierra, una reina los mantuvo bajo control por un tiempo.
Pero la reina se apago y ahora.
Están libres, el rencor recorre sus venas y el hambre de venganza los consume...
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Mia...
-Despierta ángel- Donovan susurro en mi oído haciendo que abriera los ojos. Me voltee a donde estaba él recostado, viendo que tenia algo entre sus manos -feliz aniversario- me entrego un ramo de flores -te amo-
-Feliz aniversario- fingí una sonrisa.
-Tengo una reunión importante y luego cenaremos en familia con mi hijo y mi hermano -vio la mueca que hice- lo se, estoy haciendo todo lo posible por traer a nuestro hijos de nuevo, pero no los encuentro-
Agradecí internamente que así fuera, y que mis niños estuvieran a salvo con sus padres.
-Espera- se detuvo antes de salir del cuarto -¿quieres acompañarme? Hace mucho no sales de casa y es hora de que vuelvas a la normalidad-
-¿Puedo ir a trabajar?-
-Claro, pero que te parece si hoy, iniciamos con que me acompañes a la empresa-
-Bien-si era la única manera en la que podía alejarme de Asher, lo haría.
Sonrió complacido -te espero abajo, mi ángel-
Fui a cambiarme, colocándome algo cómodo. Un vaquero y un suéter, unos tenis y baje, él llevaba un suéter, unos pantalones de vestir, algo mas informal que su traje habitual. -¿nos vamos?- pregunte.
-Si- extendió su mano y la tome. -ASHER-grito -te apuras o te quedas niño idiota-
-¿Asher?-
-Ángel, necesito alguien que te cuide y mi hijo dijo que ustedes habían pasado un buen rato juntos, quiere llevarse bien contigo. ¿Hay algún problema?-
Opte por quedarme callada, porque sabia que si decía algo, él no me creería o seria un problema para mi luego, negué y seguí con mi papel de esposa enamorada. El pelinegro bajo las escaleras mientras se colocaba y reloj.
-Buenos días padre- su voz era fría.
-¿No vas a saludar a mi esposa?-
-Buenos días Mia, feliz aniversario- beso mi mejilla y susurro en mi oído -mi padre te queda pequeño dulzura-
El trayecto a la empresa fue por demás incomodo, tenia la mirada de él en mi, mientras su padre sostenía mi mano y hablaba por teléfono con su asistente, nos detuvimos frente al edificio y cuando iba a bajar, el pelinegro me detuvo.
-Padre, no deberías dejar a tu esposa aquí aburriéndose ¿te parece si vamos de compras?-
-Ángel-
-Yo...- no quería ir pero tampoco quedarme aquí.
-Niño mas te vale cuidarla- beso mis labios -nos vemos en la cena, tengo otra sorpresa por nuestro aniversario.- cerro la puerta del coche.
-El amor- ironizo Asher -el amor, es tan...-
Recorrimos el centro comercial, el tomo mi mano como si le perteneciera -¿Qué haces? No ves que esta la seguridad de tu padre detrás- lo quise apartar.
-No me importa, si intentan decirle algo de esto. Los matare antes de que siquiera lo intenten-
-No me siento cómoda-
Se aparto -perdóname, es que eres como un imán para mi. Trato de alejarme, pero hay algo de ti que me obliga a volver-
-Asher-
-Perdona, por lo que viste el otro día. No soy ese tipo de personas- estaba tratando de excusarse.
-A mi no me debes disculpas, se la debes a la mujer que violabas- fui directa.
-Ella lo estaba disfrutando- puso una sonrisa arrogante -aunque si te soy sincero, yo imaginaba que eras tú a quien empotraba-
Mi mano fue a su rostro y lo golpeo con fuerza, tanto que los guardaespaldas se acercaron a socorrerme. -¿Esta bien?- uno de ellos iba a revisarme y él detuvo su mano.
-No te atrevas a tocarla o te cortare la mano idiota- lo amenazo -apártense ambos de ella- sus ojos volvieron a mi, teñidos de una total lujuria -no sabes lo que me prende que seas ruda-
-En tu vida vas a tenerme, hijo de puta-
-Lo veremos "mami"- me guiño y se alejo a ver las vidrieras.
De vuelta en la mansión, camine a mi cuarto donde me encerré a llorar, estaba harta de esa situación de mierda. Ya no quería mas.
Una hora mas tarde, baje al comedor donde estaban Donovan, su hijo y su hermano esperando para cenar, llevaba un vestido azul noche, con unos tacones de poca plataforma. Los tres hombres se levantaron a saludar como cortesía y volvimos a sentarnos.
Conrad aclaro la garganta mientras sacaba del bolsillo de su traje dos pequeñas cajas -Quería darte esto cuñada, como regalo de aniversario. Para ti hermano, esto- nos las entrego, mi esposo abrió la suya encontrando un reloj muy caro al parecer, con pequeños detalles en piedras negras. Tome el mío y cuando lo destape, unos preciosos aretes color gris destellaron.
-Son...- trague saliva, me recordaban a los ojos de Azk -hermosos-
-Gracias hermano- Donovan se lo coloco e hice lo mismo.
Al tenerlos puestos, escuche algo que solamente yo podía.
-Hola nani- su voz me dejo sin aire.
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