Como dijo aquella mujer en el hospital.
Los cuatro jinetes caminaban por la tierra, una reina los mantuvo bajo control por un tiempo.
Pero la reina se apago y ahora.
Están libres, el rencor recorre sus venas y el hambre de venganza los consume...
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Mia...
Bastian Colt... apenas oí su nombre, algo dentro de mí se removió y me llevó al pasado, sabía que lo conocía, sabía que lo había visto en alguna parte y cuando volví a centrarme en sus ojos, fue como si mi memoria regresara de la nada.
El mundo entero me dio vueltas mientras el aire abandonaba mis pulmones, era un ataque de ansiedad.
*Flashback*
Primer recuerdo...
-¿quieres?- estaba parado al lado de su madre con una fuente de palomitas y me convido, mientras yo lloraba por algo.
Segundo recuerdo...
-Eres muy... bonita- tenía once años y nos encontrábamos caminando por el bosque.
Tercer recuerdo...
-¿Quieres ir al baile conmigo?- quince, tenía quince años y él se encontraba muy nervioso, lo recuerdo porque sus manos no paraban de temblar al igual que su voz.
Cuarto recuerdo...
-Desde este momento declaro esta cafetería como nuestro lugar feliz- su labio superior se había manchado con la crema del batido que tomaba y yo sonreí mientras él simplemente hablaba.
Quinto recuerdo...
-Mañana nos graduamos de la preparatoria ¿estas emocionada?- él abrazándome mientras caminábamos y observábamos las vidrieras-
Sexto recuerdo...
-Te amo nani- me estaba quedando dormida en sus brazos y escuche su susurro.
Séptimo recuerdo...
-Te amo nani- le sonrió -Te veo en otra vida- el disparo, el jodido disparo.
Mi mundo se nublo y tuve que sostenerme del mostrador mientras sus brazos me rodeaban, evitando que cayera.
-Tu... tu estabas muerto- me aparté de él.
-Nani- negué con la cabeza, no podía ser real. -Soy yo, mírame. Por favor, Nani- Uriel me tomo del mentón haciendo que lo viera a los ojos.
Mi mano inconscientemente fue al suyo y luego a su cabello, estaba mas largo y lo llevaba atado en un medio moño, unos rulos se escapaban y le caían sobre la frente.
-¿Rizos?-
-Hola Nani- su jodida sonrisa con esos hoyuelos que me volvían loca. -¿me extrañaste?-
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