Mia...
El funeral de Conrad se manejo con una total frialdad que caló mis huesos, mas cuando vi el rostro inexpresivo de Donovan al encontrarse a su hermano muerto en nuestra habitación. Mi pulso había descendido y me sentía totalmente mareada viendo tanta sangre.
Lo siguiente que se mantenía en mis recuerdos era a los empleados entrando al cuarto con mantas, envolviendo el cuerpo del doctor y yéndose en silencio. Mientras Asher aún tenía en sus manos el arma homicida y la sangre de su tío en la ropa.
Donovan me cargó en sus brazos y me dejo en el baño, con la excusa de que me veía muy pálida y que tomar un baño me haría bien, mientras él se encargaba de todo el desastre, refiriéndose con esa palabra a la escena de homicidio de su propio hermano.
Desde ese suceso ya hacían dos semanas exactas, en las que , para mi mala suerte. Todos los empleados de la casa fueron removidos, trayendo nuevas personas.
Una mañana baje a desayunar, encontrándome sola en la casa, por lo que agradeci. Me senté en el comedor esperando que trajeran la comida y lo primero que llamó mi atención fue un joven, que me sonreía desde el marco de la cocina.
-¿Buenos días?- lo mire confundida.
Su aura, su forma de caminar, no era nada parecida a los demás empleados quienes al verme agachaban la cabeza y me esquivaban a toda costa. Como si el solo hecho de hablar conmigo fuera una sentencia de muerte para ellos.
-Buenos días señora.- me saludó de manera amable -¿qué desea para el desayuno?-
-Oh- me sentí mejor, al ver que no me temia -solo un té está bien y un par de tostados ¿puede ser?-
Asintió -claro, iré a la cocina y pediré que se lo preparen- se volteó dejándome ver solo su espalda.
Mientras observaba el periódico, pasaron los minutos y lo vi regresar con todo mi desayuno. Lo acomodo en la mesa y hablo -aquí está, si necesita algo. No dude en llamarme-
-Gracias- me sentí aliviada -¿cuál es tu nombre?-
-Mark-
-Soy Mia, un placer. Espero que nos llevemos bien -
Tomo mi mano, besando el dorso -el placer es mío señora-
Al anochecer ese día, solo regreso Asher, sin su padre. Por lo cual, en la cena me encontré aun mas incomoda de lo habitual. Miraba a todos lados, esperando que el nuevo empleado no se hiciera notar, así él no lo mataba.
-Te veo nerviosa- el pelinegro bebió de su vaso de whisky.
-Como no estarlo- comí un trozo de carne - tengo frente a mí a un asesino-
Rio -por eso eres tan hermosa e interesante- puso sus codos sobre la mesa -no te he visto flaquear frente a mi jamas-
-¿Debería?-
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Lazos de Sangre -Trilogía "Los Coleccionistas" #2 💎
Teen FictionComo dijo aquella mujer en el hospital. Los cuatro jinetes caminaban por la tierra, una reina los mantuvo bajo control por un tiempo. Pero la reina se apago y ahora. Están libres, el rencor recorre sus venas y el hambre de venganza los consume...