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No haber recibido ninguna amenaza de Giovanna era razón suficiente para considerarlo una victoria

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No haber recibido ninguna amenaza de Giovanna era razón suficiente para considerarlo una victoria. Así que Tia empezó su día con eso en mente, sopesando los pos y contras y la realidad de la situación. De acuerdo, había ido en contra de las embestidas que una chica con suficiente estatus le había dejado en claro sólo para expresar su opinión. Ahora esa opinión había llegado hacia toda la escuela, y aunque esa había sido su idea y calculó que varias personas podrían enterarse, nunca imaginó que la exposición sería tan grande como aquella de los links. Entonces, si no se equivocaba, su momento de rebeldía si funcionó, y podría incluso significar algo muy grande.

De todas formas, le tomó por sorpresa esa escena.

Había pasado todo el día en paz. Al fin y al cabo solo pocas personas razonarían que era ella quien escribió en el periódico, y podía seguir pasando desapercibida sin problema alguno. Asi, su día pasó muy tranquilo. Nisiquiera había coincidido en clases con Pete (que dicho sea de paso, no podría enfrentarlo y decirle que no avanzó en su artículo por mera pereza), no se cruzó a ninguno de los involucrados en el día y procuró no ver a nadie en el horario del almuerzo (una buena comida encerrada en un cubículo del baño iba perfecto con sus inexistentes ganas de enfrentarse a alguien).

Pero después de las clases, y el almuerzo, y más clases, cuando su momento de descansar en su lugar favorito llegó, se encontró caminando por un pasillo que en su destino tenía a varias personas esperando. Cinco personas contando rápidamente, aún no habían notado su presencia. Tia ralentizó sus pasos, viendo a la muchachada reunida. Habían dos sentados contra la pared, un sujeto alto hablando con una chica vestida con el uniforme de las porristas, y una rubia de brazos cruzados.

Reconoció a Pete Frederickson cuando éste la notó y se levantó de su posición.

- Hey.

Llamó la atención de los demás, algunos levantándose y simplemente volteando a verla. Ella acercó los últimos pasos lentamente.

- ¿Es esta chica...?

- Si-Tia - Pete se interrumpió a sí mismo, levantando una mano entre el grupo y ella. - Ella es Tia, dueña del periódico escolar.

- ¿Dueña? - Preguntó una morena.

- Sólo escribo para el periódico.

- Bueno, no sólo eso - Pete recalcó. - Todos los artículos son escritos por ella. Administra las impresiones y el reparto.

Tia no dijo nada, sólo vio a un par mirarse entre ellos como si afirmaran algún secreto indescifrable.

- ¿Entonces no hay duda? - dijo una chica con notables rasgos asiáticos. - ¿Esta chica escribió el artículo? - habló como si no estuviera ahí presente.

Rapsodia Ⓩ ZODÍACODonde viven las historias. Descúbrelo ahora