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- Entonces, sólo para recapitular - Leo comenzó por vigésima vez, cerrando de un portazo su casillero - me abandonaste en la fiesta para espiar a nada más ni nada menos que Ander Boyce, desapareciste a una habitación en la casa de Giovanna Hade y ...

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- Entonces, sólo para recapitular - Leo comenzó por vigésima vez, cerrando de un portazo su casillero - me abandonaste en la fiesta para espiar a nada más ni nada menos que Ander Boyce, desapareciste a una habitación en la casa de Giovanna Hade y aceptaste beber, ¿tanto que ni siquiera recuerdas mucho de lo que pasó ahí?

Ender respiró profundo, cerrando su casillero con lentitud a diferencia de su amigo y volteando despacio con los manuales en sus brazos. Evitó la mirada del rubio.

- Digo, sólo para aclarar. Beber, beber alcohol, el de verdad, como el que te negaste a tomar conmigo muchísimas veces, pero te lo pide una chica bonita y un título de popular y aceptas olvidándote de tu probable voto de castidad por el alcohol.

- Ander me amenazó con una pelea. - El "era la única forma de salir de allí con el rostro entero" iba implícito. Comenzaron a caminar por los pasillos de la escuela.

- ¡Y ni siquiera pensaste en buscarme! Oh, mira Leo, estoy viviendo básicamente tu sueño y podría haberte avisado, pero invitarte arruinaba mis planes de chico frío y sin amigos. - Leo hizo caso omiso a su interferencia y continuó con su monólogo. La verdad es que Ender no sabía siquiera por qué le había contado. Tendría que haberse guardado el acontecimiento y conservarlo en el espacio de su mente analítico y observador, sin pensarlo nunca como algo más. Pero al parecer había caído en una trampa y lo había hecho, porque de otra forma no le hubiera contado.

Sí, Leo se había cansado de preguntar desde el sábado y lo había visto en, según le contó, la peor posición en la que había estado en su vida, demasiado borracho como para recordar y colgado de los hombros de la misma persona que quería partirle el cráneo ese mismo día. Con una imagen así, Ender comprendía, cualquiera se haría muchas preguntas. Y regularmente a Leo le había picado la curiosidad por cosas mucho menores.

- Miren todos, damas y caballeros. El callado e introvertido Ender Novelty, al final resulta ser no tan callado e introvertido, ¡y es capaz de relacionarse!

- Deja de gritar. Sólo pasó.

- Ah, increíble, eso mejora todo, entonces.

- No fue nada. Ni tiene importancia.

- ¡Me abandonaste! - Leo se detuvo en el medio del pasillo y Ender quedó dándole la espalda. Cerró los ojos para no ver a todas los estudiantes que pasaban observarlos extrañados. Leo parecía no tener una pizca de vergüenza, como siempre. - Podrías haberme avisado, digo, por lo menos.

Ender se dio la vuelta entonces, evitando rodar los ojos ante las acusaciones de su amigo. Al parecer lo había herido enserio, aunque con Leo nunca se sabía porque morderle el oído siempre había sido su pasatiempo favorito.

Rapsodia Ⓩ ZODÍACODonde viven las historias. Descúbrelo ahora