TEXTO 109

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En este estado ¿a qué podría aspirar?.

He dado más de lo que he recibido.

Y lo que he recibido, solo me confunde más.

En este universo infinito, todo es tan extenso, y aún así es más extensa esta soledad.

No hay sol que ilumine mi oscuridad a mi edad.

No hay edad que diga el tiempo de mis cicatrices.

No hay cicatriz que no se pueda sanar.

Y el tiempo que dura para curarse, es lo que impide que se pueda olvidar.

¿Cuál es mi absurda motivación?.

Creo que nunca la he tenido, por nada nunca sentí fervor.

Lo tenía, aquí, en este mundo, pero este mundo fracasó.

Mírenme ahora, su héroe, al borde de la indecisión.

¿Puedo decirte que puedes cumplir tus sueños?.

¿Tengo derecho a hacerlo cuando los míos abandoné?.

Esa hipocresía me tiene enfermo.

Pero entre dolor insoportable, es lo que un héroe debe hacer.

¿Cómo ser héroe cuando no he superado mis muros?. 


Simplemente el mundo tiene distintos salvadores.

De mejorar, es tu turno.

Te ayudaré a pasar los tuyos, que veas mejores horizontes.

Si, un cobarde he sido.

Ignorando los sueños, que viven en cada uno de mis frenéticos latidos.

Pero es que ¿puedo seguir la luz?.

La cruz del más soñador, soñar sueños prohibidos.

Sabes ¿qué sueño era el mío?.

Me gustaría decirlo, pero murió por la realidad.

Si antes de morirse, te lo llegué a contar.

Dime si es que lo cumplí, a ver si puede ser feliz una vez más.

Keiv.

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