TEXTO 31

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Creí en nuestras promesas hechas, me dejé llevar por tu brillo y por tu simpleza, tu mirada cálida se volvió bajo cero, empezaste a decir que creyera en ti cuando ya lo que me decías no era sincero, pasé a ser lo menos importante cuando antes para ti yo era primero.

Todo mermaba, se salía de sus canales, me estaba dando cuenta que se acaba, todo lo lindo y sin igual, pasó a ser fugaz, lo que yo te daba no era suficiente, buscaste lo que necesitabas en otro lugar, quedé varado a la deriva como un náufrago en medio del mar esperaron ser rescatado pero nada me pudo ayudar.

La herida cerrada poco a poco escocia sangre, nada que me curara, nada que pudiera de nuevo salvarme, quien me tendió la mano en un tiempo me dejó caer sin avisarme, quizás yo si me daba cuenta, pero no quería que nada acabase.

Quería salvar aquella luz que iluminó mi oscuridad, quien me liberó de mis cadenas, quien me enseñó de nuevo la felicidad, quien por mí dijo dar su vida, quien por mi dijo vivir, me di cuenta que hay gente que muy bien  sabe mentir.

Me limitaba con mis mayores esfuerzos a complacerte, en el momento de los tropiezos por los dos traté de ser más fuerte, no quise soltar tu mano en ningún momento, no quería volver a sentirme solo y creer que me sentía en el mismísimo infierno.

Tu gestos faciales, tus puntos claves, tus actitudes y todos tus lunares, pude estudiarlos mientras contigo compartí recuerdos memorables, ahora me quitas todo lo que me enseñó y me llevó a amarte, cada una de tus partes, donde pude sentir que a ti yo pertenecía, donde a pesar de perderme en algún punto tú siempre serás mi única vía, de los males que joden mi única salida, pero creo que terminaste siendo la que de nuevo abrió la vieja herida.

En quien puse toda mi confianza, en quien le di todo mi amor, con quién no tuve miedo de mostrarme como soy, quien me dio la motivación y la razón de por qué aquí estoy, ahora como en un tiempo llegaste te fuiste sin decir adiós.

Quien alumbró mucho mas mis mañanas como el sol, quien en las tardes con una sonrisa inundaba de felicidad cada rincón, quien por las noches adornaba el cielo cual hermosa y nueva constelación, para mí un universo y yo para ella menos que eso.

Me encuentro en una situación de frustración, todo por dar lo que tenía y eso no le importó, no era lo que ella quería para una vida, solo era lo que necesitaba para matar el tiempo, y yo con eso estaba más contento, quizás si me esforzaba podía cambiar su pensamiento, pero no pude, rompió mi corazón con un solo movimiento.

Noches de lamentos y días con una sonrisa fingida diciendo que todo a pesar de lo que pasó seguía de maravilla, pero nada era cierto, a todos y a mí mismo me mentía, en mi cama sollozaba de rodillas, pensando en que hay de malo en mí, que hice mal en cada cosa que prometí, quizás si me quiso pero no fui lo suficiente para cumplir sus espectativas, o nunca sintió un apice de afecto y estuvo conmigo por capricho, por querer tener a alguien al lado que le mostrará idolatría, como lo hice yo de forma estúpida, me dejé llevar por lindas palabras y noches de lujuria, pero mi corazón la quería y si no lo complacía no podría vivir con la culpa, ahora vivo con la experiencia de que siempre habrá algo con lo que no podré llenar a ninguna.

Keiv.

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