TEXTO 68

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Escribir es mi vida, y escribo sobre ti. Ya puedes tener una idea de cuanto me importas, te quiero tanto en esta vida, que sé que nos volveremos a enamorar en la próxima, y estoy dispuesto a esperar lo necesario, ya que tú, querida, me enseñaste lo extraordinario, y para compensar la felicidad que me otorgas, pienso enamorarte a diario, como si no te conociera, como si no supiera quien eres, pero lo irónico es que ya lo sé, eres todo lo que siempre necesité, y te quiero a mi lado siempre.

¿Crees que miento cuando digo que eres mi inspiración? Lee esto, será fácil que te encuentres sin buscarte, ya que yo aquí cuento sobre ti mi versión, la versión de ti que tiene volando a mi mente, la versión de ti que tiene acelerado mi corazón.

No sé que pase en ti, pero en mi, tú eres un orden de un caos, me das ideas pero son tantas que no sé cómo acoplarlas, y en todo verso que hago indiscretamente flota tu nombre, no es necesario que lo ponga para que sepas que lo hice mientras en ti estuve pensando.

Eres como un libro que vale la pena leerlo lento, una melodía que puedo escuchar sin aburrirme a cada momento, que afortunado se ha de sentir el viento cuando hace ondear tu cabello, todo y  hasta más eres para mí, lo más lindo que tengo.

Es triste no poder verte todos los dias, pero vamos, se que tanta monotonía y más si se trata de mí rápidamente te aburriría, debido a que no soy de esas personas interesantes que conoces en tu vida, eso a veces me desanima, no te lo niego, me hace preguntarme ¿enserio me quiero como yo la quiero? Luego me doy cuento que me elegiste, y quiero cumplir las expectativas que piensas que puedo lograr, estés donde estás, aquí o allá, sin poder verte y sin poderte tocar, ten en mente que aunque ya te canses de mi presencia yo nunca te podría olvidar.

Me has devuelto ese miedo que me hacía falta, ese que hace que tenga de alguna forma fuerza para no caer en la batalla. Eres ese sitio en paz donde puedo respirar la calma, todo eso mientras mi piel es acariciada por tu palma, sin necesidad hasta nuestros corazones se hablan, ese nivel espiritual se alcanza cuando en vez de nuestro físico nos unimos lo dos mucho más allá del alma.

Es inequívoco lo que siento, y aunque lo llegué a creer yo solo de hacerlo se que no me arrepiento, estoy para equivocarme, enamorarme y seguirme hiriendo, no pienso morir sabiendo que viví con miedo, miedo a lo desconocido, a lo que me contaron bocas ajenas que era el más gratificante veneno corrosivo, ese que te lleva al cielo y luego te deja jodido, esa que te llena el pecho y luego te deja vacío, no quiero escucharlo de nadie, quiero saberlo por mi mismo.

Keiv.

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