TEXTO 90

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Digamos que me hace bien el ocio.

 relaja el cuerpo que lo siento hecho polvo. 

 Podré restaurarme con descanso.

 Pero mi mente es más agitada que cuando me mantengo ocupado.

 Nunca para de crear.

 De tanto que pienso creo que voy a explotar. 

 Le doy el gusto de satisfacer la curiosidad. 

 Si fuera posible hasta quisiera mi subconsciente apagar.

 Maldigo y agradezco el día en que comencé con esto.

 A inventar frases que den fuerzas a los que se sienten indefensos.

 Que a los fuertes les de a entender que es bueno ser débil en ciertos momentos.

 Y que lo que llena tu pecho no se obtiene con dinero. 

 Este es uno de esos tantos párrafos donde expreso mi amor por lo que tengo mediante mi dialecto.

 Puesto que es normal el verbal y mediante textos. 

 Lo que me diferencia del resto es que yo si decidí hacer de esta mi esencia y conocer todos sus elementos.

 De esto es solo pasión, ni un céntimo.

 Saco gente de su obscuridad y eso me hace sentir un éxito.

 no digo que sea alguien puro, en ocasiones he sido pérfido.

 Con esto combato mis males y eso me es suficiente mérito.

 El desahogo personal lo consigo concibiendo párrafos.

 A altas horas siento ligero mi pulso pero pesados los párpados.

 otros piensan en como perjudicar, yo soy lo contrario.

 Podré reprocharme muchas cosas pero nunca el ser magnánimo.

 Para quien quiera historias yo prometo hacerles libros. 

 Para aquel con el con el corazón roto un poema con versos de consuelos infinitos. 

 Aquel que quiera magia le redacto pergaminos.

 Si está al alcance de mi mortalidad les eliminaré sus días fatídicos.

 aunque me sienta volar hay algo que me causa fastidio. 

 Son percepciones o una espejismo que me viene como relámpago. 

 De cierto modo me inspiro de lo desconocido. 

 En lo lúgubre nacen esplendores diáfanos. 

 Keiv.

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