TEXTO 71

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Que tedioso es quererte ¿sabes? Cuando te pones prepotente y desinteresada cuando conversamos, es como si carecieras de expresiones, si que son fuertes tus repentinos cambios de humor, que cuando lo haces no sé qué decir o como actuar sin afectarte con lo que pueda salir de mí. El que tu tiempo sea corto cuando se trata de los dos, es duro para este chico, que solo quiere tenerte cerca, que solo quiere reposar en tu regazo y ser acariciado por ti, y dormir allí por siempre. Que estés ocupada y no podamos vernos es otra circunstancia que es desalentadora, pues no puedo sentirme bien si no veo esa sonrisa encantadora a toda hora. Pero ¿sabes lo que me retiene para tenerte? Que a pesar de ser quien soy, me diste la oportunidad de poder ofrecerte lo que mereces, de ser tu felicidad, de sostener tu mano, de divagar dentro de esos ojos tan lindos que me hacen perderme, pues, en resumen, estoy por que me dijiste que tu corazón ahora me pertenece, y desde entonces, esto aunque no se riegue con constancia como se debe, estoy seguro que este sentir solo crece y crece.

Es triste no ser esas personas o esos ojos que tienen la dicha de verte a diario, solo me toca leerte la mayoría de las veces cuando estás presente y no te encuentras en tu mundo, un mundo que como turista quiero recorrer, cada lugar, cada centímetro de esa piel, un mundo que al colisionar con el mío, crea un sistema nuevo, en donde no hay nada mas que nosotros dos en un basto universo, que a pesar de ser extenso, créeme, con lo que siento por tu esencia ese nuevo cosmos queda pequeño.

Es injusto perder tanto tiempo en el cual podría estar contigo así sea viendo fijo, pues cuando solo estás allí, presente y riendo para mí, soy tan feliz que creerlo cuesta, que un hermoso cometa se fijara en una equidistante estrella, no sé si sea importante para ti, pero me has devuelto mi lugar en la tierra ¿cuál es, te preguntas? Sencillo, es quererte sin límites, por ti ser firme, y la llama que en mi encendiste, aunque llueva ya no se extingue.

Eres un libro abierto super complejo, tan cliché y misterioso al mismo tiempo, predecible y salvaje, ya que a la vez no te entiendo y eres poco dócil, pero para mi energía y paciencia eres una gran dosis, y con tanta locura y desastre mental que tanto me da curiosidad indigar haces que pueda fortalecer mi propia psicosis.

No sé cómo te sientas al tener a un loco por las palabras, que solo se la pasa tragando libros para alimentar sus ideas, pero que sabes que siempre cuando lo necesites estará para lo que sea, lo que sea.

Un muchacho al que haces que conjuegue versos, palabras y oraciones para mostrarle a la gente su sentir, ya que de nuevo ahora siente lo que es vivir, sonará cliché he idiotamente empalagoso, pero encontró otra vez un motivo para sonreír, ese motivo que a su manera de amarlo, lo hace sumamente feliz.

Keiv.

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