TEXTO 28

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Gracias por tus halagos, gracias por tus abrazos, debido a eso me hice ilusiones y quise tus besos y los obtenía cuando mis ojos estaban cerrados; decías querer verme y yo hacía lo que estaba a mi alcance para poder encontrarnos, tú decias hacer lo mismo pero me di cuenta que eso era en vano.

Con simples actitudes cariñosas y mensajes un poco amorosos, mi corazón se abrió de nuevo y salio del pozo, sentí interés real en alguien otra vez en un tiempo corto, pero con la misma velocidad de mi ilusión se desmoronó todo.

Creí que quizás en una nueva oportunidad conseguí más que una agradable amistad, que donde yo era consolado de nuevo estaba empezando a amar, soñaba con esa persona, que con su luz me sacaba de las sombras, que mi mundo sin movimiento alguno se llenaba otra vez de irresistibles ondas, pero me hice alución y todo terminó siendo mera ficción.

A pesar de saber de misterios y creerme saber todo del amor, cuando llega alguien y me brinda atención hace que a paso lento se derrita mi corazón, más cuando es constante y dice quererme con afición.

Mi ilusión latente trataba de mantenerla solo en interés, que fuera solo eso, que nada fuera a suceder, no quiero querer más de lo que quiero a esa mujer, ya a varias quise y a ninguna pude complacer, no quiero que noches de insomnio y tristeza mi corazón vuelva a padecer, al parecer es lo que pasa cuando alguien te sorprende más de lo que crees, quien en su primer aparición le brinda a tu visión la manera de ver la felicidad en alguien como si fuera la primera vez.

Me he fijado en solo las pocas veces que nos miramos, en tus bellos ojos claros, en tu sonrisa que refleja un nuevo milagro, en tu pelo largo y obscuro de una manera tan brillante, que a pesar de los reflectores de los rayos solares para mí tú sigues siendo más radiante.

En parte es mi culpa, no me diste nunca luz verde para contigo encariñarme, pero te veo diferente a como otros lo hacen, eso es lo que hace que de ti quiera enamorarme, pero sería trágico mi corazón entregarte, quizás no lo valoraras como no lo valoraron antes.

Pero tú actitud es diferente a muchas de la multitud, puedo hablar contigo de cualquier tema, todo con desdeñosa exactitud. Pero cayeron mis alas cuando sentí indeferencia, como lo poco que logramos sentía que iba en decadencia, antes hablábamos con frecuencia y ahora siento que todo de mí te molesta, me sanaba tu presencia y ahora me daña tu repentina ausencia.

En mi mente solo suenan intrumentales triste, estás aún pero siento que ya te fuiste, me frustra saber que lo poco que siento aún persiste, quizás sepas lo que siento pero eso te va y te viene, ojalá a mí se me fuera el que me atraparas como lo hiciste, quererme como yo lo hago dices, pero no sabes como te quiero y si te lo digo harás como que nada oíste.

Lo que siento por ti es una chispa, que puede volverse fuego, pero si lo hago en gran escala puede dañarme por dentro; el amor es así, es como un pequeño mechero que cuando crece y se descontrola se consume todo en un terrible incendio de sentimientos, empezaste siendo mi nueva cura y te estás convirtiendo en mi desagradable veneno.

Keiv.

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