Escritos personales

TEXTO 33

Pensé que nunca me volvería a enamorar pero esa sensación se quebró cuando te volteé mirar, tan simple y tan diferente, tan preciosa y candente, con una mente que sorprende, exclusiva entre tanta gente.

En ese instante que creía perder la esperanza apareciste como ángel mensajero que desplegó sus alas, me llenaste de ganas de volverme a enamorar. Entre más tiempo pasábamos juntos, más radiante se volvía mi mundo, entre más conocí de ti más me perdía, a veces quedaba mudo, como si por fin me diera la vida lo que merecía, tu mano en mi mano era una sensación reconfortante, como iceberg derritiéndose y creando un nuevo paisaje, como olas que te arrastran en una corriente agradable, que te llevan hasta encontrar el mejor tesoro que alguna vez soñaste, eso eres tú, lo que siempre soñé y que llegó para quedarse.

Como si de mí brotará inspiración para crear millones de versos, cada uno narrando lo más importante de nuestros encuentros, lo que siento en el momento de nuestros besos, haces que se encienda en mí de nuevo el fuego que me derrite por dentro, haciendo que se mueva el papel y que brote la tinta de mi lapicero, contando como llevas mi corazón de millón a cero, pensando y deduciendo la manera de resolver tus peculiares misterios, terminaste siendo la llave del candado de mi corazón sellado, quiero que estés conmigo y recorramos el mundo tomados de la mano.

Esa conexión que no se nota, pero la distancia termina haciendo que se sienta, la vida es un complejo de varios sistemas, es muchas cosas, en el camino te pone rocas pero en este instante me regaló la más hermosa rosa.

Mis decepciones en un poeta con alma para escribir letras sinceras me ha convertido, como amores fallidos, pero ahora tú me inspiras a seguir mi camino, tú disipas todos mis delirios, siento que haces más fácil y agradable mi recorrido, cuando me siento perdido eres mi brújula conduciendome en mar abierto, ya que agudizas mis sentidos, te mereces todo y nadie te tiene merecido, pero si te tuviera te mostraría lo bonito de un amor correspondido, como ambos coincidimos, como ambos sonamos al unísono, como ambos podrías ser lo que jamás nadie a sido.

Keiv.