TEXTO 54

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Estúpida impotencia que aunque yo no quiera altera mi esencia, me destroza a mi y aleja de mi lado a los que me rodean, hacen esfuerzo por levantarme pero me atan las cadenas, este tipo de cosas me matan y corta la circulación de mis venas.

Tanto problema cuando nunca dí serios motivos, pensé que todo estaba claro y se desvió mi objetivo, tenía el blanco fijado y perdí el tiro, entre tanto buscar una salida sigo corriendo dentro de un laberinto.

Inadaptado, no sé qué es lo que me pasa, no se por que estoy tan conmocionado, estoy perdido en la nada y la nada es un cruel abismo, donde estoy sumido, en donde me siento hundido, sufriendo por tu bienestar cuando ni te importa el mío.

Mundo nauseabundo que es muy obsoleto y absurdo, o quizás de poder cambiar mi actitud de verlo y entenderlo es muy duro, te lo juro, nunca me sentí tan mal, desde hace mucho no me sentía nulo, no sé qué pensar o que creer, no entiendo nada en absoluto.

La semilla que en mi crecía de pura potencia se marchitó, nada que florece, se murió una flor que nunca floreció, que nunca vio la luz del sol, que nunca escucho la brisa, me perdí en tu voz, siento que ahora pierdo mi vida.

Si es un disparate para ti pensar en algo que no seas tú, dispárate, busco como elevarme, un sitio donde siempre quiera quedarme, cansado de ser nómada, cansado de por honor y moral derramar sangre, cuando nadie por mí en el momento daría su vida por mi en un combate.

Como la ves? Un muchacho de edad promedio diciendo cosas cliché, que no vive el presente, solo recuerda el ayer, donde sentía poder, donde en todo solía creer, ahora solo confía en lápiz y en el papel, quienes les guardan sus lamentos aunque no puedan limpiar sus lágrimas, que no me abrazan pero me hacen sentir que no doy lástima, que me hace respirar hondo y seguir como si nada.

Keiv.

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