Merida
- Wow, la fiesta se ve animada.- dice Ethan una vez que nos estacionamos frente a la casa.
- Sí, ¿de quién será la casa?- pregunta Elissa.- Se ve enorme.
- No tengo ni idea, pero vamos a divertirnos.- hablo.
- ¡Vamos!
Bajamos del auto y los tres nos encaminamos hacia el lugar.
Creo que debo de decir cómo surgió nuestra amistad, bueno, vayamos a la secundaria en donde Ethan era juzgado por ser gay y era molestado por todos esos tarados de mente cerrada.
Lo defendí varias veces hasta que nos hicimos amigos. Después llegó Elissa, ella era tímida e inocente, no socializaba bien así que igualmente la hice mi amiga y después de un tiempo comenzó a ganar confianza en sí misma.
Sí, tengo una habilidad de socializar demasiado rápido y muy fluido.
Nos juntamos y surgió una amistad que no ha desaparecido desde secundaria.
- ¡Merida, Ethan y Elissa!- grita Karen, la chica de cabello rubio, ojos negros y sonrisa encantadora.- Que bueno que vinieron.
- Ni locos nos perderíamos esto.- dice él con una enorme sonrisa.- Oye guapo, dame tres vasos de cerveza por favor.
Le dice a un chico asiático mientras le guiña el ojo.
- Espero que se diviertan, están en su casa.- dice la rubia mientras se aleja.
- Así que es de ella.- concluimos.
- Tiene sentido.- habla el castaño mientras recibe los vasos, a cada una nos entrega uno y juntos comenzamos a tomar.
Después de un rato, nos encontramos bailando al rito de la música que resuena fuertemente en el lugar, bebiendo y divirtiéndonos en el centro de la habitación moviéndonos y riéndonos como unos locos porque Elissa casi se ahogaba.
- Ahora vuelvo.- dice el chico alejándose.
- ¿Ya viste al tipo de allá?- me grita ella.
- ¿Qué tipo?- hablo en el mismo tono.
- El de cabello negro.
- ¿Qué tiene, te gustó?- la miro.
- Sí.
- Pues ve.- la animo.
- Espera, debo de verme descente.
- Bueno, vamos al baño.
Caminamos entre la gente y juntas nos metemos a un baño para que se arregle mi amiga.
- No te ves tan mal.- trato de no reírme.
- ¿Es una broma cierto? Mira, se me corrió el rimen, parezco mapache.
- Bien, arréglate, ahora vuelvo, no debemos de perder de vista a tu víctima.
Salgo del cuarto y me concentro en buscar al chico pelinegro con la mirada, una vez que lo encuentro me percato de que no esta solo, sino que a su lado hay un tipo alto, tatuado, cabello del mismo color que el chico, labios gruesos y cara de odiar la vida.
¿Será este mi ser amado?
Mis ojos viajan a una chica que se esta aproximando al joven que le gustó mi amiga.
Debo de actuar rápido, así que voy con pasos apresurados hacia donde está.
- ¡Ay hola!- grito.
- Ah, ¿hola?- frunce el ceño.
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Eclipse
Roman pour AdolescentsMerida, una chica hecha un desastre total, hecha un remolino y llena de energía. Luca, un chico cuyo pasado es doloroso y su vida no es de color de rosa como la de ella. Son dos personas completamente distintas, con personalidades muy diferentes y...