Capítulo 22

46 7 0
                                    

Luca

Puedo decir con seguridad que ese día fue el mejor he tenido, nunca cambiaría ni un solo detalle de lo que pasó ayer.

- Hola.- dice Dina entrando al lugar.- ¿Todavía no te levantas?

- Hola Dina, ¿cómo estás el día de hoy?- sonrío.

- ¿Y esa sonrisita?- sube y baja las cejas mientras se acerca a mi cama y se sienta.

- Me dijo que sí, dijo que ella jamás me dejaría y que me ama.- me tapo con las sabanas para ocultar mi rostro caliente.

- ¡Te lo dije!- me las quita.- Sabía que ella era para ti mi niño.

- Me alegro demasiado que Merida este a mi lado Dina, de verdad, jamás me había sentido de esta manera.- me siento.

- Es el amor.

- ¿Así se siente? Hablo de verdad, ¿así se siente el amor, querer tanto a una personas con todo y sus demonios, con todo y sus defectos, querer estar con ella a pesar de todo, extrañarla aunque este a tu lado?

- Sólo se siente una vez, y es cuando conoces a la persona correcta.

- Ella es mi persona.

- Así es.- sonríe.- Fueron hechos para estar juntos.

- Me alegro que me haya roto el tobillo.

- A mí no tanto, pero al menos algo bueno de eso fue que se conocieron.- se ríe.- Ahora levántate y arregla tu cama, el desayuno te espera.

- Sí.

Se levanta y sale de la habitación.

Yo me quedo unos minutos sentado en mi cama, hasta que decido levantarme y colocarme los audífonos y poner una canción en especial.

Una que hace que cada letra, cada melodía, cada verso me hagan recordarla.

Sus sonrisas invaden mis pensamientos, sus risas son las mejores, sus besos son agridulces y sus ojos son una explosión de colores.

El cuadro que ella pinto lo tengo colgado en la pared de al lado, este no combina con mi habitación porque es simple y de colores fríos.

Pero esa pintura es un estallido de tonos, de emociones, de secretos, de sonrisas y de caricias.

Esa es mi luz, ese es mi recuerdo que me dice que no todo esta perdido y que siempre tendré a la chica hecha un remolino a mi lado.

🌌🌌🌌

- ¿Cómo estás tú?- pregunto tras el teléfono.

- Pues bien, la verdad me sentí aliviada después de ir a la tumba de mi padre y decir eso.- contesta Merida.

- Me alegro que lo hicieras, eres muy valiente.- digo mientras escribo.

- Aún no sé por qué mis padres decidieron ponerme así, como la película.- se ríe.

- Pero te queda.- sonrío.

- Sí bueno, eso no lo sé.

- ¿Tu madre supo que ibas a ir?

- Sí, le dije desde la mañana.

- Que bueno.

- ¿Tú cómo estás?

- Bien, estoy terminando una tarea.

- Joder, yo también tengo una de matemáticas, después te llamo, te quiero abejita.- se ríe.

- Bien tomatito.- imito su acción.- Yo también te quiero.

Cuelga la llamada y yo me dedico a terminar la tarea de física que el profesor nos dejo para este fin de semana.

Pero mi concentración se ve interrumpida por unos golpes en la puerta de mi habitación.

- Pase.- digo.

- Hola Luca.- dice mi hermano entrando al lugar.

- ¿Qué quieres?- pregunto con cansancio.

- Sólo hablar, me he enterado de que ya tienes novia.- su voz se escucha emocionada.- ¿Es verdad?

- ¿Para qué quieres saber? ¿Para quitármela también?- dejo el lápiz en el escritorio.

- Luca, yo jamás haría eso.- se acerca más a mí.- Sólo quiero tener una buena conversación con mi hermano menor.

- Pues yo no.

- ¿Por qué eres así conmigo?- dice triste.

- Y todavía preguntas.- suelto un bufido.- Mejor ve con mamá que seguro ella sí querrá oírte todo el tiempo.

- Luca.- lo interrumpo.

- ¿Por qué siempre quieres arruinarme todo lo bueno que tengo en mi vida? Desde que papá se fue mamá te prefirió a ti antes que a mí, te dedico todo su tiempo y de mí apenas se acordaba, y ahora vienes de vacaciones y me dices que quieres ser el hermano que perdí desde hace siete años.

- Entiendo que te sintieras amenazado cuando nuestro padre nos dejo y nuestra madre me puso más atención a mí, pero no fue mi culpa, nunca quise eso.

- Bueno, ya es tarde, ahora por favor vete.- me levanto y lo encaro.

- Luca.- lo corto.

- Por favor Theo, solo vete.- pido con un nudo en la garganta.

Sin decir nada se va, no sin antes dedicarme una mirada herida.

Y yo por mi parte me rompo una vez más, a mi corazón le quitan otra parte que será imposible recuperar.

Eclipse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora