Eclipse

Capítulo 27

Merida

Desperté una hora antes de que mi madre viniera a mi habitación a levantarme como lo hacia siempre.

Pero sólo lo hice porque no podía dejar de pensar en lo que debía de hacer hoy, no podía dejar de imaginar en que Luca merecía sanar, crecer y perdonar.

Pero si no le daba el impulso no iba a lograrlo.

- Merida, es hora de.- se corta mi madre al ver que estoy sentada en mi cama viendo ningún punto en especifico.- ¿Qué esta pasando?

- ¿De qué?

- Estas despierta.- se queda quieta en su lugar.- ¿Te sientes mal? ¿Pasó algo? ¿Acaso es el fin del mundo?- me rio.

- No, sólo desperté temprano.- me encojo en hombros.

- ¿Por qué?

- Porque...- suspiro.- Algo malo nos esta pasando a Luca y a mí.

- ¿Qué?- se acerca hasta sentarse a mi lado.

- Sí.- la miro.- Él tiene problemas con su madre, ella cree que debe de ser como su hermano y siempre le recuerda que no es el mejor y que él sí lo es, y eso hace que se sienta mal.

- Ay.- su sonrisa se borra.- ¿Y eso cómo te afecta a ti?

- Cada vez que pelea con su madre, él se aleja de mí, como si temiera que yo también le dijera cosas hirientes, deja de hablarme por días, y me estoy cansando de eso.

- Quieres tomarte un tiempo.

- Sí, más para Luca, él y su hermano deben de reconstruir su relación.

- Quieres ayudarlo.- sonríe de lado.

- Sí, pero la forma en que logre eso es...- se me cierra la garganta.- Terminándolo.

- Mi amor.- se acerca a mí y me envuelve en sus brazos.- Eres una persona increíblemente linda.

- Él debe de darse cuenta de que su hermano no es malo mamá, debe de enterarse de que ninguna de las personas es su enemigo más que él mismo.- lloro.- Y debo de decirle adiós, debo de dejar que sane solo.

- Estas haciendo bien.- me acaricia mi cabello.- Un sacrificio para un bien.

Lloro hasta que creo que es suficiente, una vez que logro contener mis lágrimas me separo lentamente de ella.

- Debo de irme.

- Bien, suerte, y pase lo que pase aquí estaré para ti cuando te caigas mi niña.- sonríe.

- Gracias.

Me pongo de pie, voy a mi clóset y tomo lo primero que veo, que es un pantalón azul claro, un top negro y una sudadera del mismo color.

Dejo mi cabello revuelto y salgo sin una pizca de maquillaje, cuando bajo a desayunar en lo único que pienso es en él.

Debo de terminarlo para que se de cuenta de que necesita sanar y superar los traumas de su infancia, pero sé que si le digo que lo intente ahora, estando juntos, no lo hará, así que debo de quitarle un poco su luz para que aprenda a encontrarla de nuevo él solo.

Una vez que termino de comer, salgo y subo al auto de Ethan.

- ¡Buenos días!- dice el chico con una enorme sonrisa.

- Buenos días.

- Uy, ¿ya comenzamos mal el día?- dice Elissa.

- No.- trato de sonreír.- Es sólo que no pude dormir bien.