Capítulo 17

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Merida

- Estaré en la casa de Ethan lista.- dice Elissa tras el teléfono.

- Bien, yo también.- contesto mientras me sirvo en un plato cereal.

- ¿Ya sabes qué te vas a poner?

- No, pero ya veré.

- Bien, por favor combina los colores.

- Sí.- pongo los ojos en blanco.- Déjame a mí esto.

- De acuerdo.- camino hacia el comedor.- Oye, ¿por qué no invitas a Luca?

- ¿A Luca?- pregunto con la boca llena.

- Sí, ¿por qué no?

- No creo que le guste.

- Será bueno para que vaya socializando con otras personas, siempre está contigo y no he visto que tenga más amigos eh.

- Mmm.- lo pienso.- Le diré.

- Genial.- dice animadamente.- Tengo que irme, tengo que ser voluntaria en el comedor comunitario.

- Bien, con cuidado.

- Gracias, adiós.

Cuelga la llamada y yo me quedo comiendo.

¿Invitar a Luca a una fiesta?

Que yo recuerde no lo vi en la reunión de bienvenida, además tampoco le gusta convivir mucho que digamos.

Pero creo que es momento de sacarlo de su zona de confort, ¿no es así?

🌌🌌🌌

- ¿Qué?- pregunta Luca tras el celular.

- Sí, una fiesta.- contesto mientras camino hacia mi closet.

- No me gustan mucho las fiestas Merida.

- Vamos, te divertirás.- grito.- Además no te dejaré solo.

- No soy tan sociable como tú.

- No te preocupes, si no quieres hablar con nadie está bien, yo estaré a tu lado.

Se queda callado un momento, supongo que pensando qué decir.

- Bien, iré.

- ¿En serio?- sonrío.

- .

- ¡Genial! Bueno, vámonos juntos. 

- Bien, tengo auto así que pasaré por ti.

- ¿Tienes un auto?- me sorprendo

- .- se ríe.

- ¿Y por qué no lo usas?

- Me gusta caminar.

- Todo este tiempo pudimos irnos en auto y no ir caminando bajo el intenso sol.- suelto un bufido.

- ¿Te gustaría ir en coche?

- ¡Sí! Yo no tengo, mamá no me quiere regalar uno porque cree que me mataré.

- Creo lo mismo.- nos reímos.

- Eso no es verdad, tendría cuidado.

- Claro, prefiero llevarte yo a que vayas sola y mates a alguien, o peor, que tú mueras.

- Ay, eres un exagerado.- pongo los ojos en blanco.

- No, es ser precavido.

- Bien bien, entonces pasa por mí en veinte minutos.

- De acuerdo, nos vemos.

- Adiós.

Cuelgo la llamada y le mando un mensaje a la chica que me iré por mi cuenta, cuando me dice que está bien dejo el teléfono de lado y me coloco un vestido negro largo con algunas flores rojas y una pequeña abertura en la pierna derecha, me maquillo y decido ponerme unas botas negras con un poco de tacón.

Mi cabello lo dejo suelto y rebelde, como siempre.

Después de unos minutos, escucho el timbre de la puerta así que bajo corriendo las escaleras para abrir y encontrarme con él.

Lleva unos tenis negros, un pantalón de mezclilla y una playera amarilla con franjas negras.

- Pareces una abejita.- me rio. 

- ¿Qué? Es mi mejor ropa.- sonríe.

- Te ves bien, eso sí.- trato de reprimir una sonrisa burlona.

- Tú te ves hermosa, siempre lo estas.- sonríe con ternura.

- Gracias.- siento la cara caliente.

- ¿Nos vamos?

- Claro, deja ir por mi chaqueta.

Corro hacia el sofá y la tomo, una vez que llego de nuevo a la puerta me percato de que mi madre va llegando.

- Hola hija.- dice mientras se acerca a nosotros.

- Hola mamá, mira, él es Luca.- lo señalo.

- Gusto en conocerte Luca.- sonríe.

- El gusto es mío.- estrecha su mano.

- ¿A dónde van?

- A una fiesta, ya te había dicho.

- Ah, cierto, con Dante.- se ríe un poco.- Que les vaya bien, cuídense.

- Gracias.- caminamos hasta alejarnos de casa.

- ¿Eso es un Audi r8?- grito cuando llegamos al carro.

- Sí.

- ¡Es hermoso!

- No sabía que tenías conocimiento sobre autos.

- A mi padre le gustaban, es por eso que sé.- me acerco a admirarlo.

- Cierto, nunca lo he visto, ¿esta de viaje o...?- me volteo a verlo con una sonrisa triste.

- Mi padre murió hace dos años.

- Oh, lo siento.- se remueve en su lugar incómodo.

- Está bien.- sonrío de lado.- ¿Nos vamos?

- Claro.- se dirige a abrirme la puerta, entro y después camina hasta llegar al asiento del copiloto.

- ¿Puedo poner música?

- Sí.- busco en mi teléfono la canción que he estado pensando he dedicarle hace tiempo. Una vez que la encuentro, esta comienza a sonar.

Los acordes son lentos y delicados, la melodía es leve y baja.

"Is tomorrow was not guaranteed, minutes to spare, if I could choose I would spend every minute with you"

Sus manos están en el volante, su rostro sereno y su vista al frente.

- ¿Recuerdas que en tu habitación me diste una canción?- pregunto.

- Sí.- me mira por unos segundos.

- Bueno, pues esta es tuya.- mis manos sudan por saber su respuesta.

Me percato de que su sonrisa se hace cada vez más grande con cada palabra que se escucha a nuestro alrededor.

- Gracias Merida.- me mira.- De verdad gracias.

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