Capítulo 9

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Luca

¿Alguna vez se han parado a detallar cada parte de una persona?

¿Cada lunar, cicatriz o mancha?

Pues yo sí, lo hice desde que la vi con su rostro blando, su sonrisa hermosa y bella.

Después lo hice en su habitación, de noche, con las luces bajas mientras veía la lluvia de estrellas. Pero debo de admitir que mi atención se la llevo la chica hecha un remolino que estaba justo a mi lado con sus ojos puestos en el cielo y su sonrisa mientras comía su paleta de vez en cuando.

Cuando llegue y la vi vestida así, me percate de que se había peinado, que había domando su cabellera que siempre estaba hecha un desastre.

Algo en mí se descontrolo y comenzó a surgir una cosa que aún no tiene nombre, o tal vez lo sepa pero no quiera llamarlo así.

¿Es posible que me guste una persona por algo tan insignificante como lo que nos pasó?

¿Es posible que sienta que la conozco desde hace años a pesar de que jamás nos cruzamos una palabra?

Bueno, pues acabo de descubrir que sí es posible y que es extremadamente aterrador y magnífico a la vez.

- He estado esperando la lluvia de estrellas desde hace días.- dice cuando la función termina.

- ¿Sí?- aparto la vista para que no se de cuenta de que la estuve observando todo el tiempo.

- Sí, me gustan.- se queda en silencio unos segundos.- ¿Tú sabías que la luna siempre nos muestra la misma cara?

- No, no lo sabía.

- ¡Sí! Y también únicamente nos muestra un siete por ciento de lo que el sol le da de luz.

- Wow, son datos realmente interesantes.- sonrío de lado.

- Lo sé...- se queda callada un momento y su sonrisa se va borrando.- ¿Te estoy aburriendo?

- ¿Qué?- frunzo el ceño.- Claro que no, es interesante escucharte, lo que dices lo cuentas con tanta pasión.

- Suelo hablar mucho.- hace una mueca.

- Eso está bien, me gusta que hables porque llenas el silencio que poseo.

- Ah, gracias, creo.

- ¿Entonces te gustan las estrellas y la luna?

- Sí, también me gustan los astros y todo eso.

- ¿Quieres estudiar astronomía?

- Sí.

- Eso es bueno.- sonrío.

- Gracias, ¿tú ya sabes lo que estudiaras?

- No.

- Bueno, aún nos queda tiempo.- sonríe.

- Así es.- nos quedamos callados un momento.

- Tengo algo que darte.- se pone de pie y se dirige a un mueble.

Veo como saca del cajón una caja con un moño.

- Sé que dijste que no lo querías, pero aún así quise hacerlo.- me entrega los audífonos.

- Merida.- me corta.

- Sólo acéptalos.- se muerde el labio.

Abro la caja con una mueca, una vez que veo el interior detallo lo que tiene, los cascos son completamente negros con unos toques blancos.

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