*•.¸♡ La Favorita De ToMan ♡¸.•* [Mikey × Female Reader]

18

Habían dejado de correr, todos se encontraban cansados y hambrientos por lo que estaban afuera de un restaurante pero había una razón por la cual no habían entrado y es que ninguno tenía el dinero suficiente como para si siquiera pagar lo más económico del menú, que eran unas papas fritas pequeñas.

—Mierda, ¿por qué son tan pobres?

—¡¿Ah?! ¡Qué tu tampoco tienes dinero Mikey!—Baji lo tomo del cuello de su camisa—.

—¡¿Quieres pelear maldita Rapunzel?!

—¡Siempre estoy dispuesto a una pelea!

En lo que ellos discutían, Chifuyu y Draken estaban detrás de ___ pues salía corriendo a cada rato con la más mínima distracción o cualquier cosa que llamase su atención, hasta que el de tatuaje por fin tomó la sabia decisión de pedirle un consejo a Takemichi.

—Ya veo, gracias Takemicchi y no te preocupes, yo la llevare a salvo a casa—colgó la llamada—.

—Bien ¿como la tenenos aquí con nosotros Draken-Kun?

—Solo hay que tomarla de la mano, eso la relaja.

—De acuerdo ¡___! ¡Ven un momento!—Chifuyu vio como la fémina llegó a su lado con una gran sonrisa—Dame la mano.

___ asintió con la cabeza para después darle la mano, Chifuyu apretó el agarre para darle a entender que no la soltaría y eso lo sintió ella pues quería jalarse pero Matsuno no la soltaba y hasta la regresaba a su lado. Así estuvieron unos minutos hasta que la azabache se quedó quieta en su lugar mientras se encontraba haciendo pucheros.

La fémina miraba como sus demás amigos estaban peleando, en eso su estómago rugio llamando la atención de Chifuyu quien la vio para darle una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Tienes hambre?—la vio asentir con la cabeza—Yo también, en un momento resolvemos eso.

—Será difícil—se acercó Draken a la conversación—No tenemos dinero suficiente para comprar unas papas pequeñas.

Draken se quedó pensando un segundo en lo que estaba pasando hasta que miró de forma alarmada a Chifuyu quién aún estaba tomado de la mano de ___ quién también miró al más alto pues su cara de susto era todo un poema.

—¿Baji también tiene hambre?

—¿Eh? Si, Baji-San también tiene hambre ¿por qué?

—¡Mierda!—miró en todas direcciones buscando a su amigo de cabellera larga pero no estaba por ningún lado—Hijo de puta.

A lo lejos se podía ver humo negro en una dirección en especifica junto a la alarma de un auto y por si fuera poco la escandalosa risa de alguien, los de ToMan sabían perfectamente de quien se trataba ya que solo él era capaz de incendiar cosas por hambre.