6

269 35 4
                                    

Nuestra protagonista estaba aterrorizada, sabía que su otra personalidad era conocida pero nunca imaginó que llegase a estar en un libro, mucho menos que un compañero suyo sepa de su existencia. 

Cogió su mochila y fue rápidamente al baño de damas, se encerró en un cubículo y se encogió en forma de bolita. Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas mientras temblaba de miedo, cada vez que pensaba en ella se ponía así de mal.

Sabía que le habían hecho mucho daño durante toda su vida, pero no por eso quería dañar a los demás, mucho menos si eran inocentes. Es decir, podría ser algo grosera a veces pero era por eso mismo, no quería dañar a nadie.

Se rascaba compulsivamente aquellas marcas de la genocida, tan fuerte que algunas gotas de sangre derramaron por sus muslos. Estaba tan ensimismada en sus pensamientos y martirio que no escuchó a alguien llegar.

- ¡Recórcholis! Me meo me meo me meo me meo me meo... - Escuchó una aguda voz femenina proviniendo del exterior el cubículo. 

La ojerosa había olvidado que había un solo cubículo en los baños del instituto, muchas gracias Academia Kibogamine por preocuparte tanto por la vejiga de tus estudiantes.

- Ehh... ¿¡Hay alguien ahí?! ¿Va a demorar mucho? Ya se me sale... - Insistió la aguda vocecita a lo que Toko rápidamente envolvió sus heridas en papel higiénico y salió bajando la mirada para evitar que la contraria vea sus llorosos ojos. - ¡Gracias! - Dijo la chica entrando al baño y haciendo sus necesidades apresuradamente. - Ahh... Ya me estaba meando... - Susurró para sí.

La ojigris no pudo evitar soltar una carcajada por las tonterías que decía la muchacha, era bastante inusual en ella aquel tipo de reacciones.

Aprovechó en que seguía en el cubículo para lavarse la cara, así no se darían cuenta de que había llorado. Estaba algo preocupada pues el almuerzo estaba por acabar y sus ojos no se deshinchaban. Una joven peliverde salió del cubículo y sonrió a la pelimorada. 

- Ah... Gracias de verdad, no entiendo como solo hay un cubículo en todos los baños... - Dijo con una sonrisa mirando a la contraria. - ¿Eh? ¿Estás bien? 

- N-No es asunto t-tuyo... - Desvió la mirada dándose media vuelta para salir del lugar, sin embargo algo sostuvo de su brazo.

- ¿Estudias aquí? ¡Mi hermano estudia aquí, quizá son compañeros! ¡Son increíbles, todos tienen talentos fabulosos! ¡¿Tienes algún talento?! - Exclamó la muchacha aparentemente menor con gran entusiasmo, sofocando un poco a la escritora.

- S-Si estudio aquí, ahora déjame en paz... - Retiró su brazo y estaba por seguir su camino hasta que..

- ¡Por favor! Tómate una foto conmigo, seré la envidia de todas mis amigas, ¡Estaré con una estudiante definitiva! Porfiiii - Suplicó la menor jalando de la falda de la contraria cual bebeé encaprichado. 

- N-No te conozco... ¿A-Acaso tú me conoces? - Respondió a la defensiva.

- Mhmmm.... No me has dicho tu nombre, quizá así pueda reconocerte.... - Guiñó el ojo la menor, a lo que nuestra protagonista solo rodó los ojos.

- T-Toko Fukawa... D-Dudo mucho que tengas buen g-gusto en la lectura como p-para que me reconozcas... 

- ¡NO PUEDE SER! ¡¿ESA Toko Fukawa?! ¡He leído casi todas tus obras! La última fue un verdadero éxito, ¿A que si? - Chilló la peliverde saltando de un lado a otro. - Normalmente leo mangas pero mi madre me dijo que leyese algo más decente y me compró un libro tuyo ¡Desde ahí no he podido despegar mis ojos de tus historias! - Aquella declaración enterneció el corazón de la escritora, a lo que sin darse cuenta dejó ver una pequeña sonrisa, muy hermosa por cierto.

- G-Gracias... B-Bueno, es obvio que s-soy bastante b-buena en lo que hago p-pero.. G-Gracias... - La muchacha había convencido a la estudiante definitiva en tomarse una foto con ella, salieron muy bonitas. - C-Cierto... ¿D-De quién eres hermana? - Preguntó con cierta curiosidad.

- ¡Ah! ¡De Makoto Naegi! Ese inútil es un suertudo... Es totalmente normal pero aún no entiendo como llegó aquí haha~ - La ojerosa sabía a quién se refería y para ser sincera no le sorprendía, los dos tenían esa normalidad que los caracterizaba.

Justo el timbre indicando el regreso a clases sonó y la pelimorada se despidió de su nueva conocida. Antes de retirarse intercambiaron números por petición de Komaru, pues a la escritora le daba totalmente igual.

Le había dejado un buen sabor de boca el haber hablado con algún fan suyo, se sentía mejor e incluso llegó a pensar en que sería genial sacar su próxima obra lo más pronto posible.

Retornó a su salón de clases justo a tiempo, todos sus compañeros ya estaban en sus lugares y la maestra recién estaba llegando. Tomó asiento al lado del rubio con una sonrisa en su rostro, a lo que él la miró de reojo.

Se dio cuenta que nunca la había visto sonreír, puso una expresión de desprecio y siguió pensando en cosas más útiles. Trató de olvidar el que había almorzado con ella esta tarde, se sentía como un completo plebeyo.

- ¡Buenas tardes chicos! - Saludó la maestra indicando que el último bloque de clases del día había comenzado. - Me pasé toooodo el almuerzo disponiendo de sus notas con respecto al proyecto que presentaron. - Indicó la pelinaranja.

- ¡¿T-Tan rápido?! - Exclamó el "cabeza de palmera" (apodo que le habían puesto sus compañeros).

- ¡Sipi! Así que procederé a decir sus notas... - Sentenció con mirada fulminante la mayor, generando que todos tuviesen piel de gallina por un momento. - El primer grupo tuvo un... ¡8! Su exposición fue buena, ¡Pero pueden mejorar! - Sonrió la mayor mientras los demás aplaudían a los integrantes. - El segundo grupo tuvo un 9, estoy bastante satisfecha con su participación chicos, felicidades. - Todos aplaudieron a los integrantes del equipo. Eran bastante pacíficos y amigables así que era seguro que sacarían una buena nota. - El cuarto grupo... Tuvo un 6, sólo por Ishimaru. Chicos, creo que pudieron haberse esforzado un poquito más, gracias Kiyotaka por tu participación.. - Dijo algo apenada la maestra mientras veía como el alumno nombrado se retorcía en su asiento al enterarse que no había sacado un diez. - ¡P-Pero si hacen una tarea extra tendrán otra oportunidad! - Ofreció Chisa al ver el río de lágrimas de su estudiante, el cual agradeció haciendo múltiples reverencias. 

- Se olvidó de mi grupo. - Indicó el joven heredero con una clara muestra de desprecio a su profesora, la cual le sonrió.

- ¡Claro que no me he olvidado de ustedes! Tienen la mejor nota, muy bien chicos. Los abrazó la pelinaranja, a lo que Aoi no terminaba de procesar lo sucedido.

- ¡¿Eh?! ¿Yo? ¿Mejor nota? ¡Jajajajajajaja! Se debe haber confundido maestra... - Dijo algo apenada siendo consciente que no era la mejor en los estudios.

- Hablo en serio, pensé que no harían el trabajo siquiera pues sé que sus caracteres son difíciles en cuestión de compatibilidad. Estoy orgullosa de que por lo menos lo hayan hecho, y que se hayan reunido en la mansión de alguien hehe~  - Rio la mayor.

- ¡¿Cómo sabes eso?! - Exclamó el rubio 

- Me lo contó un pajarito, pero no es nada malo Byakuya, no te preocupes. De hecho, creo que todos sabíamos que eras amable jiji~ - Rio aún más la maestra molestando a su caprichoso alumno.

- ¡Sólo lo hice por mi nota! Más les vale agradecer, plebeyos, gracias a mí tuvieron ese 10. - Afirmó arrogantemente el heredero causando un puchero en la nadadora, reclamándole.

Finalmente terminaron en paz después de haber convencido a Togami que fue gracias a todos (aunque el siguiese sin creerlo) y así es como terminó un día más de clases.

Un poquito de Tokomaru MNFKDJSLFAFDSFKLJA Gracias a todos los que están votando, se les aprecia!



Mi Eterna Inspiración (TOGAFUKA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora