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Byakuya presenció el abrazo de aquellos dos, pensó en despedirse de Toko pero no quería interrumpir aquel "emotivo momento", por lo que suspiró y se fue. 

Se quedó pensativo en su limusina, ¿por qué desconfiaba tanto de Valentine? Su intuición le hacía tener cierta incertidumbre hacia el.

Mientras se dirigía a su mansión leyó el sobre que le había entregado Enoshima. Indicaba la fecha y hora, el sábado a las 7pm respectivamente, por lo que no sabía si ir o no. 

La única razón por la que iría era para pasar tiempo con Toko, es decir, sólo lo haría por ella pues estaría incómoda...

Intentó convencerse de aquella idea, ya mañana le preguntaría a su amiga si iría o no.

Llegó a su residencia y fue directamente a la biblioteca, pues ahí se encontraban todo tipo de archivos confidenciales. Rebuscó y rebuscó en varios libros lo que deseaba confirmar, hasta que después de un largo rato lo encontró.

Era un libro totalmente negro hasta arriba de polvo, el cual hizo estornudar un par de veces al rubio. Lo abrió y efectivamente encontró lo que buscaba.

Era un reporte policial de un caso secreto, en el que se veía involucrado la familia Stonem. Se supone que hace aproximadamente 1 año aquella familia fue brutalmente asesinada a manos de la mafia japonesa. Se cree que las razones fueron las repetidas deudas que llevaban con el clan Kuzuryuu, por lo que era lógico que los matasen.

Pero lo que no entendía era el por qué lo tenían como ultra-secreto, es decir, se consideraba relativamente "normal" que los yakuzas matasen por aquellos motivos.

Rebuscó más en el libro y se dio cuenta que el caso coincidía con la fecha de fallecimiento de Natsumi Kuzuryuu, la cual supuestamente había sido asesinada por un pervertido pero algunos creían que fue una de sus compañeras.

No le veía la conexión, es decir, si Valentine hubiese estado involucrado en el asesinato de Natsumi, ¿no estaría muerto? Aparte, ¿No sería arriesgado ir a la misma academia que el hermano mayor de tu supuesta víctima? No le encontraba el sentido.

Creyó que le estaba dando demasiadas vueltas al asunto pues a pesar de todo, habían miles de familias "Stonem" en el mundo, por lo que no necesariamente Valentine tendría que estar ahí.

Pero lo que le inquietaba era el hecho de que el hijo de aquella familia haya quedado impune, además de que ya no hayan noticias del joven llamado "Naodai Stonem" el sobreviviente. 

Vio la foto del joven en cuestión y era totalmente diferente a Valentine, bueno, sus ojos eran idénticos, pero el chico de la foto tenía cabello gris y lacio. Además le frustraba que el suceso haya sido hace poco menos de un año pues en aquel tiempo puedes cambiar abismalmente.

Decidió dejar ir a regañadientes la idea que Valentine era un criminal o algo así, pues la única "prueba" que tenía era muy inconclusa y no lo involucraba directamente, es decir, no tenía nada para demostrar que él fuera Naodai Stonem.

Suspiró y se dejó caer en el sofá, quizá solo tenía que aceptar que ya no era el único amigo de Toko.

"Si Valentine va a la pijamada no estaría de más ir para mantenerlo vigilado." Pensó el ojiazul.
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Valentine se ofreció para acompañar a su amiga a su casa, los dos caminaban juntos por la solitaria acera.

Estaban en silencio, el chico pensaba en la contraria y la chica en cierto rubio.

- ¿Que tal han estado las cosas mientras yo no estuve? - Preguntó el castaño.

- P-Pues... N-No ha cambiado mucho... - Respondió cabizbaja la escritora.

- ¿Sigue... Así de mal? - Volvió a preguntar intentando no sonar tan insistente.

- B-Bueno... Hace algunos d-dias que no están en casa... N-No sé dónde p-podrían estar..

- Mhm, al menos te sientes en paz, ¿No?

- S-Sí.. A-Algo así...

El castaño rodeó a la pelimorada con su brazo, apegándola suavemente hacia él.

No fue tan incómodo para la ojerosa, pues habían sido bastante cercanos en el pasado. Tanto como para que el ojiavellana supiese la existencia de *ella*.

- Vi que te hiciste un amigo. - Cambió de tema.

- A-Ah... ¿Hablas de Byakuya? S-Sí... - Se sonrojó medianamente al recordar las palabras que soltó aquella noche después de cenar.

El más alto se dió cuenta de eso, por lo que resopló intentando conservar la sonrisa que siempre llevaba.

- Es un chico bastante.. Curioso. - Soltó con una falsa carcajada.

- B-Bueno... A-Al principio es difícil e-entenderlo pero es una b-buena persona... - Sonrió la ojigris.

El ondulado se limitó a decir algo más por lo que continuaron en silencio hasta llegar a su destino.

Su corazón palpitaba fuertemente al estar al lado de su vieja amiga, con tan solo verla deseaba sentir cada parte de su piel, deseaba aspirar toda su escencia, deseaba besar cada lunar que tenía...

Valentine siguió fantaseando sin darse cuenta que había apretado el agarre de la contraria, haciendo que ella estuviese pegada a su pecho.

Estaban parados en la entrada de la vivienda de la escritora en total silencio. Se encontraban en aquella posición sin saber que hacer.

El castaño estaba disfrutando cada segundo que tenía cerca de la pelimorada; mientras que Toko estaba experimentando un abrazo que la asfixiaba.

Se separaron y la escritora agachó la mirada, estaba algo sonrojada e incómoda por lo que acababa de suceder.

- L-Lo siento, Toko. Estoy emocionado de haberte vuelto a ver. - Rio levemente intentado aliviar la tensión del momento.

Se despidieron y la ojigris entró a su casa aún vacía.

Subió a su pieza y se tiró en la cama, hace bastante tiempo que no la abrazaban de esa manera.

Intentó no hacerse ilusiones pues con todo lo que había vivido sabía que en cualquier momento Valentine podría irse, así que intentó borrar todos los pensamientos.

Se dió cuenta de que no se había despedido de Byakuya, lo que la entristeció un poco.

Como si fuese acto de magia sintió su celular vibrar, recibiendo un mensaje de aquel rubio.

BYAKUYA 💜

Adiós.

¿Eh?

No nos despedimos.

Oh... Bueno... Hasta mañana...
✅✅

No sabía que pensar al respecto, pero le alegró de alguna manera que el también se haya dado cuenta de aquel detalle.


Mi Eterna Inspiración (TOGAFUKA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora