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Byakuya llegó a su mansión con una sonrisa boba en su cara. Espabiló y se enfureció consigo mismo por haberle dicho a Toko que era su amiga.

Respiró hondo y recordó las palabras de Aloysius, debe abrirse un poco para llegar a conocer gente.

Siempre había estado tan metido en los negocios y competencias que había dejado sus sentimientos de lado porque siempre le estorbaban, pero ahora que estaba en una escuela tan prestigiosa... ¿Podría relajarse un poco y sacar a flor solo una pizca de sus sentimientos? No... Podrían aprovechar esa vulnerabilidad.

Decidió que aún no se apegaría demasiado (o bueno, más de lo que ya) a Toko, pues a pesar de haber pasado una gran cantidad de horas con ella... Deseaba volverse más cercano para recién sentir afecto.

Lo hacía como método de precaución, estaba claro que no entraba en su mente "ilusionarse" por amoríos adolescentes y vulgaridades como aquellas.

Se sorprendió por la capacidad deductiva de Toko al pensar que él la investigaría, y sobre todo... Salvar su vida.

Si no hubiese escondido las tijeras de Syo era probable que ya no estuviera vivo, o quizá sí pero no le quedaría de otra que acusar a Fukawa porque no permitiría daños hacia su persona.

De todas maneras no planeaba acusarla por el momento, pues disfrutaba el tiempo que pasaba con ella... Aún le costaba admitirlo.

Aloysius tocó la puerta y cuestionó al rubio.

- ¿Cómo le fue con la chica, joven? - Pregunto amablemente, a lo que Byakuya sonrió.

- Muy bien la verdad, pensé que no querría salir por lo tarde que había llegado.

- A decir verdad creo que es una buena chica y puedo decir que lo aprecia, joven señor. - Le dijo paternalmente apoyándose en su hombro.

- Sí Aloysius. - Respondió algo cortante pero feliz para sus adentros.

El más viejo se retiró dejando solo al joven rubio, el cual sentía una molestia desde la mañana.

Era extraño, pues sabía lo que se *supone* que hacen los adolescentes cuando están solos, sin embargo él nunca lo había hecho pues no sentía la necesidad.

Se encerró en el baño dispuesto a darse una ducha fría. Se desvistió lentamente pero por alguna razón su piel se encontraba más sensible que de costumbre.

Prendió la ducha para llenar la bañera, regulando el agua para alcanzar la temperatura perfecta.

Cuando ya estaba llena del todo se dispuso a retirarse su ropa interior, pero un dolor lo detuvo.

Miró extrañado hacia su miembro, el cual estaba totalmente erecto. No supo cómo reaccionar, era la primera vez que le ocurría eso y claramente *sabía* lo que tenía que pasar para calmarse.

Obviamente tenía conocimientos sobre la reproducción y los cambios físicos que se producen en la adolescencia, pero hasta el momento jamás los había experimentado llegando a la conclusión que simplemente no los necesitaba.

Se rehusaba a realizar tal acto vulgar, así que tomó un poco de agua fría para que volviese a la normalidad, pero no ocurrió nada a parte de sentir dolor.

Estaba disgustado de alguna manera pero sabía que en algún momento tendría que pasar. Incluso tendría que tener herederos y sería un problema si no...

¿Por qué pensaba eso? Intentó borrar la idea de su mente pero fue inútil, así que decidió ignorar lo que estaba pasando ahí abajo.

Se metió a la bañera relajando todos sus músculos, soltando un suspiro de placer.

Tomó el shampoo y se lavó el cabello delicadamente, aplicándose demás productos para cuidar su brillo y olor.

Al momento de pasar con el cuerpo decidió usar la ducha pues la bañera ya estaba llena de espuma, por lo que la vació y prendió la regadera.

Su piel se erizó al sentir el contacto frío del agua, por lo que soltó un jadeo de molestia. El transparente líquido chorreaba fuertemente y lo de *ahí* abajo seguía en aquel estado.

Le estorbaba al intentar ducharse con tranquilidad, pues era bastante incómodo sentir algo chocando contra su abdomen.

No soportó más y decidió intentarlo, después de todo estaba solo.

Sabía que se arrepentiría de aquel acto vulgar pero no le quedaba de otra para calmarse, por lo que con sumo cuidado tocó la parte superior de su miembro, haciéndolo temblar.

Tocaba la punta en movimientos circulares, provocándole una sensación única de placer.

Empezó ir de abajo hacia arriba lentamente, soltando leves suspiros de vez en cuando.

Sus vellos estaban erizados, el baño estaba empañado por el ambiente caliente, y pequeñas nubecitas de humo salían de sus labios al son de sus jadeos.

Mientras transcurrían los minutos empezó a hacer el vaivén más rápido, los gemidos empezaron a ser más constantes y fuertes, las primeras gotas fluían de la punta.

Sentía el climax acercarse, por lo que quiso parar para no ensuciar con lo que saldría pero ya no estaba en sus cabales.

Su respiración agitada, su piel sensible y su erecto miembro a punto de terminar estaban ahogándolo en sensaciones increíbles.

El tan esperado climax llegó, mientras el rubio soltaba un último jadeo. Una corriente eléctrica recorría su espalda y demás extremidades, tensándolo por completo para luego sentir relajación.

Después de pocos segundos se dió cuenta de lo que habia hecho, por lo que al principio le dió asco, pero luego cayó en cuenta que era normal de un ser humano, sobretodo si era adolescente.

De todas maneras se propuso no hacerlo tan seguido, es decir, hay cosas más productivas que hacer.

Vio en el piso la sustancia que había derramado en el acto, por lo que la limpio hasta que se vaya por el desagüe. Admitía que aquello le había parecido asqueroso y que la próxima vez lo cubriría con algo para evitar... El contacto.

Terminó de bañarse y salió de la ducha, leyó los mensajes que le habían llegado al celular y se sorprendió al ver el nombre de cierta pelimorada en un mensaje.

"Sé el secreto de Toko Fukawa."

Figuraba en el texto. No tenía idea de quién era el número, pero temía que alguien supiese de la existencia de su alter ego.

Apagó el celular, ya mañana le contaría a su amiga sobre aquel misterioso mensaje, por ahora se limitaría a cambiarse y dormir.

A veces es complicado imaginar a byakuya haciendo eso, pero es un adolescente después de todo...

Byakuyapaja

Mi Eterna Inspiración (TOGAFUKA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora