Alison Morgan
Dos semanas. Ese tiempo fue el que Daniel y yo estuvimos en Paris. Catorce días en los que pude concretar mis planes, en los que recuperé el control y el rumbo de mi propia vida. Conseguí más de lo que esperaba, quien diría que Daniel pueda ser tan útil. Fue un viaje productivo.
Bueno, sin contar algunas distracciones que Paris puede guardar...
-Ali...
-Toca la puerta Daniel- dije fastidiada- te lo he dicho muchas veces- gruñí mientras terminaba de ponerme el labial.
Tocó la puerta que ya estaba abierta. Puse los ojos en blanco ante su estupidez.
-¿Que quieres?
-Te diría que vamos tarde pero a ninguno de los dos nos importa- se sentó en la orilla de la cama- Quiero saber si estás lista.
-Si. Solo terminaba de maquillarme. Pero ya es hora- me levanté de mi silla y alisé mi vestido- ¿Que tal?
Me di una vuelta en mi lugar. Daniel silbó.
-Sin palabras. Perfecta.
-Con eso me basta.
¿Que a donde vamos? Empresa Sol. Mi nueva adquisición. La continuación de mi plan maestro. Estuve fuera con la intención de cerrar algunos negocios urgentes y terminar algunas campañas publicitarias.
No volví a saber de él. Y el no volvió a saber de mi, pero supongo que es lo correcto. Ethan no me quiere en su vida, y yo no necesito distracciones. Justo ahora no estoy interesada en lo que le pase, ni en lo que piense.
Conducir por las calles de Nueva York de noche tiene cierto encanto. Sobretodo si tu destino te traerá tantas cosas buenas. Aunque tener a Daniel cantando a mi lado es horrible. Fue un alivio una vez que aparqué en el estacionamiento del edificio. Una vez que bajé del auto él me siguió. Y se sumó uno de los empleados que corrió hacia mi.
-Buenas noches señorita Morgan, bienvenida a la empresa Sol. Es un honor poder trabajar para usted- dijo rápidamente mientras me seguía.
-Buenas noches, ¿ya llegaron los demás?
-Si. Todos están esperándola- afirmó.
-Hola señor Morgan ¿cómo está? Estoy muy bien, gracias- dijo Daniel, sarcástico.
-No eres un Morgan, Daniel- le recordé mientras me quitaba el abrigo y se lo daba al chico- gracias.
-Algún día- suspiró dramáticamente.
Todos los empleados estaban esperándome en el pasillo, haciendo una fila, todos muy organizados y bien vestidos. Yo los saludé con una sonrisa, Daniel pasó de ellos, como siempre, aunque hizo excepciones con algunas chicas. Caminé a paso seguro, y él estaba a mi lado, dirigiéndonos directamente a la sala central, en donde todos están esperándome. Aún no lo saben, pero soy la invitada de honor.
Daniel se adelantó, yo me paré en la entrada, viendo a todas esas personas importantes y poderosas. Por un momento me sentí sorprendida de ver hasta donde he llegado. Y al verlo a él, en la silla central, justo en la esquina, sintiéndose el rey del mundo, solo me recordó que es lo que merezco, es en lo que siempre debí convertirme. En una ganadora.
-¿Que esperan? Ya llegué, es a mi a quien esperaban ¿no?- preguntó tratando de parecer divertido.
Ni siquiera encaja aquí. Rodeado de empresarios estirados y correctos. Está tan fuera de lugar, pero trata de integrarse. Quien diría que el rebelde y alocado chico de Brooklyn algún día vestiría traje elegante solo para aparentar. Y no le queda. Para nada.
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Todo comenzó con un contrato
RomanceNovela destacada de Octubre 2022!!!! 🏆 Alison Morgan, tenía todo lo que pudiera desear: fama, respeto, éxito, dinero. Pero no tenía lo más importante, por lo que había luchado toda su vida, la presidencia del imperio familiar. Existía una condició...