Capitulo 53- ¿Existen los finales felices?

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Alison Morgan

Nunca había estado tan nerviosa en mi vida, me vi al espejo, analizando cada mínimo detalle del vestido. Taylor se lució, recordé aquella vez que me dijo que haría mi vestido de novia para cuando me casara de verdad. Y es hoy. Hoy es mi boda.

-Cariño, te ves hermosa- me halagó Lily.

Mi madre, estaba muy ocupada llorando como para decirme algo. Taylor apareció y casi se le une, pero agitó su mano frente a su rostro, y se aguantó el llanto.

-Estoy tan feliz por ti, después de tanto, al fin lograrás formar una familia- dijo parándose a mi lado- mereces todo, Ali.

Sentí mis ojos arder.

-Que linda eres, Tay.

-¡No llores!- me gritaron todos.

-Fue su culpa- señalé a Taylor.

Me aguanté las ganas de llorar e inhalé hondo. Sonreí, dándome cuenta de que este será uno de los mejores días de mi vida.

-Soy una novia de verdad- sonreí ampliamente.

-Claro que si- respondió mi rubia.

-Voy a vomitar.

-No. Claro que no- me regañó- Es mi mejor diseño y si lo vomitas dejaré a Ethan sin esposa.

-Bien, entiendo- la vi con miedo.

Oí ruidos por el pasillo que se fueron haciendo más claros al acercarse. Fruncí el ceño al distinguir la voz de Ethan.

-¡Suéltame Drake, quiero ver a mi novia!

Taylor abrió mucho los ojos y se apresuró a cerrar la puerta con seguro. Un momento después sentimos los golpes en la puerta.

-¡Ali!

-¡Drake, sácalo de aquí, es mala suerte que vea a la novia!- gritó Taylor.

-Ya nos vamos, lo lamento chicas, pero es que cree que Alison va a huir- respondió Drake.

-¡Sigo aquí Ethan!- grité divertida.

-¡Te amo!- gritó.

Sentimos sus pasos alejándose y me alivié. Fue agradable tener a todos allí conmigo, un rato después Eliot, mi padre y mi abuelo llegaron a verme. Estoy segura de que esos dos querían llorar, pero solo Eliot fue lo suficientemente valiente como para hacerlo mientras que los Morgan mayores se hacían los duros.

Finalmente llegó la hora, la muy esperada hora. De pronto estaba parada en la entrada de la iglesia, tomada del brazo de mi padre... y de mi abuelo.

-Aquí estamos, ustedes dos llevándome al altar, que bonito- dije felizmente.

-Sigo pensando que solo yo debería llevarte al altar, soy tu padre.

-No es inútil, no estuve en la boda anterior, es mi derecho acompañar a mi nieta, cierra la boca- lo regañó mi abuelo.

-No peleen en mi boda si no quieren que camine sola, y créanme que será como estar en una pasarela, y de paso no los dejaré pasar ¿Entendido?- los amenacé.

Ambos se observaron con asombro.

-Tú sí que eres mi nieta- sonrió el abuelo.

-No voy a protestar porque se muy bien que eres capaz de hacerlo- dijo mi padre.

La música comenzó, y yo solté un chillido de emoción.

-Ya cállense, va a empezar.

La música nos daba la entrada, y fue hermoso ver a todos los invitados, en esta hermosa iglesia. Caminé con los dos, viéndose tan felices por mi, y yo me sentí así. Mi corazón latió con fuerza en cuanto nos acercábamos cada vez más a Ethan, quien se veía muy guapo en ese traje. Pude notar lo emocionado que estaba de verme, y eso hizo que me volvieran las ganas de llorar. Finalmente llegué frente a él. Tomé su mano, ambos juntos frente al altar por segunda vez, pero esta vez de verdad y para siempre.

Todo comenzó con un contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora