Capitulo 52- Sueños y fantasias.

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Alison Morgan

Cuatro meses después.

Observé con atención la pizarra que tengo frente a mi. Estoy tratando de cuadrar todos los proyectos próximos haciéndoles un análisis a las estadísticas y enviando los contratos con urgencia, porque no tendré tiempo los próximos días. Más bien estoy en la oficina a escondidas, mi madre y Lily están llamándome como locas para preparar los últimos detalles de la boda, es demasiado para mi. Ese dúo volvió peor que antes, quieren hacer una ceremonia enorme, pero en realidad no me importa, solo quiero que todo salga bien.

-¡Ana ábreme la puerta!

Puse los ojos en blanco al escuchar aquello, la puerta de mi oficina se abrió, seguramente abierta por Ana, no lo sé porque no volteé, sentí un ruido extraño, seguido de la cerradura de la puerta.

-Hola, amor- saludó Ethan.

-No sabía que vendría señor Black, estoy algo ocupada ahora- bromeé mientras escribía mis últimas notas en uno de los temas que debo arreglar.

No dijo nada. Y no fue necesario, sentí sus brazos rodeándome, me abrazó por la espalda y dejó un beso en mi hombro.

-Alison, ¿Esto es lo que tenías que hacer con urgencia?

-Si, ¿por?

-Tienes que estar jodiendo. Estás haciendo el trabajo de los próximos tres meses- dijo incrédulo.

Yo observé la pizarra con tranquilidad, si, puede que haya exagerado. Pero son tres meses en los que estaré en paz y podré lanzar varias campañas sin problema.

-¿Y?

-Creí que de los dos yo era el que trabajaba demasiado. Pero acabas de ganarme, yo solo avancé hasta el próximo mes. Por conveniencia- bromeó.

-Es que soy mejor que tú, cariño. Además, tengo dos trabajos- presumí.

-Claro que eres mejor que yo- puso sus manos en mis caderas y me giró hacia él-Eres la mejor.

Juntó nuestros labios en un beso que reconocí muy bien. Creo que el señor Black tiene malas intenciones.

-Ethan- reí, al notar como sus manos descendían.

-Tengo trabajo que hacer- tomó mi mano y me guió hasta mi silla, hizo que me sentase en ella y se arrodilló entre mis piernas- Es una reunión sumamente importante, porque tenemos que hablar seriamente de lo sexy que te ves en tu faceta de empresaria. Me pone mucho, y tengo que resolverlo.

Me atacó a besos, mientras sus manos deslizaban por debajo de mi falda.

Puse mis manos sobre sus hombros y lo alejé un poco.

-Ana está en la oficina de enfrente, puede entrar en cualquier momento.

-¿Crees que soy un novato? Le dije que no molestara a menos que alguien estuviera muriendo, y cerré la puerta con seguro- sonrió contra mis labios- Se muy bien que siempre has fantaseado con hacerlo en una oficina.

Culpable.

-Tenemos que ir a ver la casa- mencioné, jugando con su corbata, divertida.

Todo comenzó con un contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora