Capitulo 38- Amenazas y alianzas.

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Alison Morgan

-Ana- la llamé- Taylor vendrá aquí en un rato más porque tenemos algunos asuntos que hablar.

-Okey, señorita Alison. Estaré atenta.

Yo le sonreí y volví a entrar en mi oficina. Hoy he tenido mucho trabajo pero avancé lo suficiente como para estar un poco más relajada. Me senté en mi silla y revisé los últimos papeles que me quedan pendientes de un negocio. Además ya tengo listo el contrato que Ethan debe firmar, tengo todo bajo control.

-¡Hola preciosa!- un entusiasta Daniel apareció en mi oficina. Yo solo puse los ojos en blanco.

-Hazme un favor y lárgate, tengo que verte cada vez que llego a casa, no me arruines el trabajo también- casi supliqué.

-Pues justo venía a eso. Dame empleo ¿por favor?- sonrió inocente- Quiero hacer algo, y eres la única que podría darme esa oportunidad.

-No.

-Pero podría pagar mi estadía con trabajo y así no estaría tan...

-Que no.

-Pero...

-No estoy tan loca Daniel- respondí fastidiada- Vi como hundías la empresa de tu familia ¿porque sería diferente ahora?

-Porque siempre has sido mejor que yo.

Me recargué en el respaldo de mi silla, suspirando fuerte. Daniel se acercó, apoyando sus manos en mi escritorio.

-Yo soy un imbécil, soy un maldito idiota, si. Casi hundo a mi familia porque el puesto me quedaba grande, no tenía idea de cómo dirigir una empresa, completa, pues eso está claro- dijo obvio- Y si alguien llegara a mi pidiendo, suplicando por días como un estúpido desesperado pues probablemente le diría que no y lo humillaría- admitió- Porque es lo que me enseñaron a hacer. Me enseñaron que ser un hijo de puta es mi único método de defensa, es en lo único que soy bueno. Porque me han atacado tanto a lo largo de mi vida que ya no sé cómo es ser honesto.

-Todo lo que dijiste... ya lo sabía- sonreí falsamente- Eso no convencería a nadie de darte empleo ¿sabes? Solo mencionas tus claros defectos.

-Pero a ti si puedo convencerte. Porque lo que trato de decir es que en todo eso, todo lo malo que tengo, y que es todo lo que soy... tú eres lo contrario. Tú eres buena persona, y sé que aunque odies a alguien jamás serías mala, no le haces daño a la gente porque eres de las que cree en las segundas oportunidades. Tú confías en las personas- dijo acercándose.

-Lo que yo tengo también son defectos, Daniel. Ser buena persona me ha traído mucho sufrimiento. Y por confiar en la persona equivocada estoy jodida hasta el día de hoy. Así que no es verdad. No me hace una oportunidad para ti- me negué.

Daniel movió mi silla y se arrodilló frente a mi, yo lo observé con confusión.

-Me tienes de rodillas Alison, eres lo único que tengo ahora- tomó mis manos entre las suyas- Todos se encargaron de abandonarme, no seas como ellos, por favor.

Yo iba a responder, pero la puerta se abrió de golpe, ambos dirigimos la mirada hacia la entrada. Mack había entrado y no se veía amistosa, Ana apareció rápidamente detrás de ella. Diría que me sorprende pero en realidad me esperaba su visita. Ya era hora.

-Tenemos que hablar- dijo seriamente.

-Le dije que no podía pasar pero no me escuchó- explicó Ana.

-Está bien, puedes retirarte Ana- me separé de Daniel, ambos nos levantamos- Necesitamos hablar a solas.

Mack me dio una mirada dura, completamente diferente a como es en su día a día.

Todo comenzó con un contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora