XX. Y eso me da miedo

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——Vamos a adentro, hace frío y tú no tienes nada abrigado —intentó separarse pero el chico parecía empeñado en aferrarse a el —Ven, sube a mi espalda, agárrate fuerte para que no te caigas.

Apenas había llegado al porche cuando pudo darse cuenta de que Taehyung ya estaba profundamente dormido con la mejilla apoyada en su hombro, sonrió un poco al ver esa expresión serena mientras soñaba. Abrió la puerta y atravesó la sala de estar hasta poder subir las escaleras e ir al cuarto del castaño.

Con cuidado de no despertarlo, puso en cuerpo en la cama, este sostenía su mano aún dormido, más cuando quiso apartarla para irse a su propia habitación el agarre se hizo más fuerte.

——No te vayas —estaba claro que aún seguía dormido, o al menos la mayor parte de él, porque las palabras eran apenas entendibles.

Jungkook comprendió que no lo dejaría ir, entonces tomó la decisión que no se le hacía la más correcta, pero tampoco era como si hubieran muchas opciones. Tenía claro que cuando despertara tendría que explicar porqué habían dormido en la misma cama y luego todo sería incómodo.

Tomó lugar en la cama a un lado del cuerpo contrario, aún con sus manos entrelazadas bajo la sábana que los cubría a ambos hasta poco abajo del pecho. El abrazó toda la extensión se su brazo y pudo sentir una calidez extraña por todo su cuerpo que se expandía cada vez más. Cerró los ojos a los pocos segundos involuntariamente y no tomó conciencia hasta la mañana siguiente a las ocho de la mañana, Taehyung aún dormía y ya no se sostenía a el con tanta fuerza por lo que pudo salir de la cama con sigilo y también de la habitación. Justo cuando estaba cerrando la puerta y se disponía a ir a su habitación como si nada hubiera pasado, vió a Yoongi frente a el, quién se había levantado para ir al baño y en el camino vió a Jungkook salir de una habitación que no le pertenecía.

——¿Qué hacías allí dentro? Parece como si hubieras dormido ahí. Pero lo más impresionante no es que hayas estado dentro de esa habitación todo el tiempo, la cosa es que en realidad parece que si dormiste bien.

——Luego hablamos de eso, ahora necesito ir de nuevo a mi cuarto.

°•. °•. °•. . .•° .•° .•°

Cuándo despertó miró al otro lado de la cama, ese que estaba vacío y comprendió que había sido solo un sueño, esperaba despertar un año atrás y que Choi Jungkook estuviera ahí junto a el, que dijera que no lo odiaba y que no se iría, pero no fue así.

Su hermano había dicho que iría a pescar junto a su novia, pero el dijo que se quedaría en la cabaña ya que no tenía ganas de ir en un bote en medio del lago. Tomó el vaso de limonada que había preparado Hoseok para el y salió al porche esperando poder tomar algo de aire fresco y poder volver a la realidad después del viendo que había pasado por su mente y había desordenado todo, tal y como las hojas de el otoño pasado habían sido esparcidas por el viento frío.

——Pensé que habías ido con ellos —dijo cuando notó la presencia de Jungkook, sentado en la banca que había ahí, dibujando algo que en ese momento no pudo descifrar lo que era ya que aún estaba empezando.

——Yoongi y Jungwon fueron con ellos, pero a mí me da miedo caerme al lago —explicó sin haberlo mirado en ningún momento, estaba concentrado en trazar las suaves líneas con el lápiz sobre la hoja blanca que poco a poco iba adquiriendo diferentes tonos de gris. Habló con sinceridad, porque no muchos admitían en realidad lo que les asusta.

——¿No sabes nadar? —Lo vió negar aún en silencio.

——Siempre me dió miedo el agua, por eso nunca aprendí. Es porque este mundo es mayormente agua, hay mucho que no ha sido explorado y supongo que eso es lo que me da miedo.

——A veces, quienes más te pueden hacer daño son las personas —su lápiz se detuvo cuando escuchó eso, era cierto, pero había más en esa frase de lo que se podía notar.

——Supongo que es verdad —continuó dibujando. El castaño se sentó junto a el mientras miraba hacia el camino de tierra, ese mismo de su supuesto sueño y se quedó adimirandolo unos minutos más mientras el rubio seguía dibujando.

Levantó la vista cuando ya casi había terminado la ilustración y vió hacia un lado al chico con la vista perdida en algún lugar frente a el, mientras tenía los labios alrededor de la pajilla dentro del vaso de cristal pero no tomaba ni una gota. Se fijó mejor en lo que observaba y fue a dar con el camino de tierra.

——Sobre lo que pasó ayer... —se detuvo entonces, tratando de encontrar la mejor manera de decirlo.

——¿Qué pasó ayer? —preguntó está vez mirándolo a él.

¿Acaso no lo recordaba?

Decidió cambiar un poco las cosas.

——Ayer tampoco podía dormir así que salí y cuando pasé por tu habitación escuché que decías algo pero creo que estabas hablando dormido. Le pedías a alguien que no se fuera.

——Solía tener un hermano más aparte de Hoseok, era mayor que yo. Subimos al techo de la casa, yo era pequeño aún —ni siquiera entendía porqué le estaba diciendo eso a alguien que apenas conocía, pero se sentía bien, demasiado.

Eso solo se lo había contado a una persona que no fuera de su familia. Y ahora, lo estaba contando a alguien que probablemente no vería después de ese verano, pero se sentía como libertad, y ligero.

Todavía Tenemos Que Pedir PerdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora