Prólogo

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—Me recuerdas a alguien muy especial. Alguien a quién me gustaría pedirle perdón.

—Así que por eso me miras de esa forma.

—¿Cómo?

—Con culpa, como si quisieras decir algo más. ¿Es porque te recuerdo a esa persona?

Porque las personas cambian. Porque las personas olvidan.

Las palabras que no fueron dichas se quedaron en el olvido. Las disculpas nunca llegaron.

Entonces asegúrate de vivir una buena vida por el, asegúrate de que el hubiera sido feliz y asegúrate de que tú también puedas ser feliz, porque así lo hubiera querido el y yo también así espero que sea.














Ya solo faltan unas dos semanas para que esto se publique. Actualmente tengo casi veinte capítulos escritos y aún me falta una buena parte.

Todavía Tenemos Que Pedir PerdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora